Un hombre de 40 años fue asesinado y un niño de 10 también resultó baleado en el marco de un hecho que fue interpretado por la pareja de la víctima fatal como una venganza por el crimen de Isabel Cantero, conocida como Chabela y hermana de Ariel Cantero, padre de los acusados de liderar la banda de Los Monos, que ocurrió el 17 de junio último en barrio Las Flores. En el ataque en ese sector de barrio Tablada, conocido como Villa del Tanque, el nene sólo recibió un disparo en el muslo y quedó internado fuera de peligro.
La balacera ocurrió anteanoche en Uriburu al 300 bis, donde David Díaz –conocido como Nango y a quien le quemaron su casa de España al 7100 el 17 de junio pasado, tras el crimen de Chabela– había buscado refugio cuando lo señalaron como uno de los autores del crimen. La Justicia no lo entendió de esa manera y lo dejó en libertad, aunque continuó bajo investigación.
Melisa es la esposa de Gustavo Díaz, de 40 años, quien anteanoche fue asesinado a balazos. Y es cuñada de David y mamá de Ángel, el chico herido. “Estábamos con los chicos y empezamos a sentir proyectiles; era una cosa que no paraba, era como un humo blanco y le dieron a mi nene que tiene 10 años, me lo hieren, creo que de dos impactos, y a mi pareja le dan en el pecho, matándolo”, dijo Melisa Ocampo a Canal 5.
Según contaron algunos vecinos, los disparos entraron por una de las ventanas que da a la colectora del acceso sur, a la altura de Uriburu. La primera víctima fatal fue una perra, que hasta este mediodía todavía yacía a los pies del colchón donde Melisa dormía. Después, un disparo le dio en el pecho a Gustavo Díaz, quien cayó muerto en el acto.
“Yo tuve que tirarme al piso, cubrí a mi hijo. La Policía me dejó durmiendo acá, con la puerta abierta y una perra muerta ahí (a los pies del colchón)”, dijo la mujer, visiblemente afectada.
“Mi cuñado… no sé, tuvo problemas en Las Flores, salió en la tele con unas chicas que habían muerto y él no tenía dónde estar y nosotros le dimos una mano. Estábamos todo lo más bien, mi cuñado se retira y ellos (por los autores de la balacera) se habrán pensado que él estaba acá”, concluyó Melisa.
El nene estaba internado en el área de Clínica del hospital Vilela, con un impacto en el muslo izquierdo. Su salud era estable y se encontraba fuera de peligro y al cuidado de su abuela.
El ataque
La Policía aseguró que la balacera ocurrió a las 21.17 de anteanoche y que cuando los agentes llegaron al lugar encontraron el cuerpo de la víctima fatal, que tenía un balazo en el tórax, mientras que el niño fue llevado junto con su madre al hospital por la herida en la pierna.
La madre del pequeño contó que antes la balacera se presentó en el domicilio David Díaz, a quien incendiaran su domicilio de España al 7100 en junio pasado, tras el crimen de Chabela. David concurrió a la casa de su hermano a pedir ayuda, ya que quería levantar la casa que había perdido en el terreno de su hermano, se quedó a comer y luego se retiró. Su hermano Gustavo conectaba un DVD cuando escucharon la llegada de un auto y una moto. Por la ventana, asomó uno de los recién llegados y disparó sin mediar palabra para luego darse a la fuga, comenzó a reconstruir la pesquisa.
La investigación por la muerte de Chabela Cantero y por las heridas de su hija, su nieta y una vecina había sido direccionada en un primer momento hacia David y su pareja Pato, aunque luego la Fiscalía dio un giro inesperado: Pato, quien había sido detenida e iba a ser imputada por el crimen, quedó en libertad. A pesar de que los familiares apuntaron contra la muchacha, que fue detenida en el lugar poco después de aquella balacera, tras una serie de medidas los investigadores sindicaron a otros dos hombres como los autores de los tiros y les dictaron el pedido de captura. De todas maneras, Pato y su pareja continúan ligados a la investigación.
El crimen de Chabela
Familiares de Chabela sindicaron a Pato como la líder de una banda conocida como Los Cuatreros, que no sólo roba caballos sino que empezó a vender droga en esa zona. Y que la balacera se debió a que acusaban a Chabela de haberlos denunciado por el robo de unos caballos. Sin embargo, los pesquisas deslizaron que el foco del conflicto pudo ser la disputa del territorio por la venta al menudeo de estupefacientes.
El hijo de Chabela, histórica vecina de barrio Las Flores y a cargo de una cooperativa de carreros, dijo no tener nada que ver con Los Monos. “Sí somos parientes de Ariel Cantero pero no tenemos nada que ver con la droga. Tenemos un negocio chiquito donde vendemos artículos de limpieza. A veces vendemos medias por la calle y también cirujeamos. Trabajamos en la cooperativa que armó mi mamá”, dijo el hijo de Chabela.
Apenas se enteraron de la muerte de la mujer, los allegados les quemaron la casa con el almacén adelante y un rancho que tenía Pato por calle Lirio al fondo, en el cruce con España, donde vivía David Díaz, hermano del hombre asesinado ayer.
Condena por abigeato
Si bien para los investigadores aparece como hipótesis principal una probable venganza de la banda de los Monos por el crimen de Chabela Cantero, habida cuenta del largo historial de vendettas atribuidas a esa organización, tampoco descartaban un ajuste de cuentas en el mundo del hampa. De hecho, Nango fue condenado el 21 de junio pasado, algunos días después del asesinato de Chabela, a cuatro años de prisión por abigeato, a raíz del robo de dos terneros que, según el fallo, este hombre y dos villagalvenses cargaron en el baúl de un Suzuki Fun en un establecimiento rural de la localidad de Máximo Paz. Como la sentencia dictada en los Tribunales de Villa Constitución no está firme, el trío espera el resultado de la apelación en libertad.