Un empleado metalúrgico fue asesinado el martes por la noche en un intento asalto, en la zona sudoeste. La víctima, de 48 años, había retirado dinero de un cajero automático y volvía caminando a su casa cuando, en inmediaciones de 24 de Septiembre y Omar Carrasco, dos hombres que iban en moto lo interceptaron para robarle y, al resistirse, le dispararon para luego escapar sin poder cometer el atraco, indicaron fuentes policiales.
La víctima, identificada como Luis Avelino Puchetta, vivía con su madre, sus hermanos, su cuñado y su sobrino a pocas cuadras de donde fue asesinado, en Cafferata al 4000. Los habitantes de la cuadra donde residía el obrero metalúrgico asesinado lo describieron como un hombre trabajador y atento con su familia. Una vecina de Puchetta contó que en el barrio se lo conocía como Avelino, su segundo nombre, y que lo veían siempre irse temprano a trabajar y de ahí volvía a su casa para hacerle compañía a su madre.
Antes de cenar, Puchetta, acompañado de un amigo, se dirigió hasta el cajero del banco Credicoop de bulevar Seguí y Ovidio Lagos porque necesitaba extraer dinero. Cuando volvía a su vivienda, alrededor de las 21, fue interceptado por dos motociclistas, quienes aparentemente lo habían visto salir del cajero automático, describieron los pesquisas.
En una de las ochavas de 24 de Septiembre y Omar Carrasco (ex Riccheri), uno de los atacantes lo arrinconó contra la pared de una casa, y ante el primer movimiento de Puchetta le disparó alrededor de 6 tiros, provocándole la muerte casi en el acto.
Según fuentes policiales, Carlos H., amigo de la víctima, llamó al 911 y algunos vecinos intentaron asistir al herido, pero para cuando llegó la ambulancia del Sies y el personal policial el hombre se encontraba sin vida.
Vecinos de uno de los comercios próximos al lugar del crimen comentaron en diálogo con El Ciudadano que escucharon los tiros y, cuando salieron a la calle, vieron cómo uno de los jóvenes huía en la moto y el otro escapaba a la carrera por 24 de Septiembre, en dirección a avenida Francia. Fuentes policiales detallaron que en la escena del crimen fue encontrado un revólver calibre 32, que aparentemente fue el arma con el que se efectuaron los disparos.
De acuerdo con lo que contó el amigo de la víctima a los investigadores, el arma fue arrojada por uno de los atacantes al momento de la huida. El informe preliminar del forense dio a conocer que Puchetta recibió 3 disparos, dos cerca del abdomen y otro en la cabeza, que le provocaron la muerte.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción 2a, a cargo de la magistrada Alejandra Rodenas, quien cuenta con el auxilio del personal de la brigada de Homicidios y de la comisaría 18º.
“Zona liberada”
Comerciantes de barrio Acindar no se sorprendieron con el homicidio de Puchetta. El pasado viernes, a la misma hora del fatal asalto de anteanoche, tres mujeres que trabajan en un local ubicado en Ovidio Lagos y 24 de Septiembre vivieron un episodio parecido, pero con otro desenlace.
Dos jóvenes en una moto, con características que responderían a una Honda Tornado, las asaltaron y les arrebataron la recaudación del día. Si bien las mujeres no mostraron resistencia, una de ellas fue golpeada por uno de los ladrones cuando le intentaron sacar el bolso.
Las empleadas reclamaron que tanto los arrebatos como los asaltos a comercios y a vecinos son moneda corriente en el barrio, y que es una zona que parece liberada, porque hasta hace poco supo ser un lugar tranquilo. Muchos de los locales, incluso el que sufrió el robo, optan por pagar seguridad privada o contratar custodios, ya que no cuentan con protección de la Policía.
El reclamo coincide con el cambio de fisonomía en el último tiempo en las viviendas debido a que a la mayoría de sus dueños le han añadido puertas con rejas, alarmas y otros sistemas de seguridad, elementos que dan cuenta del miedo con que viven.
