Una nena de 5 años murió durante los primeros minutos de ayer, luego de ser alcanzada por un tiro en la cabeza al quedar en medio de un tiroteo en la zona sur. La nena jugaba en la puerta de su casa cuando, según la Policía, se produjo un enfrentamiento entre bandas rivales que se desplazaban en dos autos y una moto. A pocas cuadras del lugar y con apenas minutos de diferencia, un hombre de 49 años recibió dos balazos en las piernas, en un hecho que los pesquisas relacionan. Es el segundo caso de estas características en lo que va de la semana, ya que el sábado otra nena de casi dos años quedó internada al recibir un tiro en el abdomen, en la zona sur.
Mélani Desiré Navarro vivía en Flammarión al 4900, en una zona de viviendas humildes cuyos frentes dan directamente a la calle, a falta de veredas. Tenía apenas 5 años, pero la dura realidad que se vive en su barrio terminó con su vida. Es que ayer a la madrugada, mientras la nena jugaba con sus primos en la puerta de su casa, quedó en medio de lo que los vecinos del lugar definieron como un enfrentamiento entre dos bandas y recibió un tiro en la cabeza.
Según indicaron las fuentes, su mamá, de 21 años, la levantó del lugar en el que había caído y, desesperada, la llevó al hospital de Niños Víctor J. Vilela. Mélani llegó al centro de salud cerca de las 0.30, y si bien recibió atención médica, falleció una hora después.
El parte medico indicó que la nena murió producto de una herida de arma de fuego en la región frontal izquierda del cráneo, sin orificio de salida, señalaron las fuentes.
De acuerdo con los pesquisas, los testimonios recogidos en el lugar revelaron que el ataque ocurrió cuando un Fiat Duna color blanco, un Fiat Uno gris con llantas deportivas y una moto de baja cilindrada pasaron a los tiros por calle Flammarión, por lo que la nena no pudo resguardarse del cruce de plomos.
Pero la investigación arrojó nuevos indicios cuando el personal del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) notificó a la Policía que a las 23 de anteayer un hombre de 49 años había ingresado con heridas de bala en las piernas desde la misma cuadra donde fue herida de muerte la pequeña de 5 años. Se trataba de Alberto G., quien estaba con su mujer caminando cuando fueron atacados desde una moto Honda Wave, que coincidiría con la que estuvo implicada en el tiroteo en el que Mélani resultó fatalmente herida. Sandra, la pareja del hombre baleado, dijo a los pesquisas que los agresores fueron dos muchachos, ambos llamados Claudio, quienes serían los mismos que asesinaron a su hermano, Oscar Ledesma, hace unos 4 meses.
Fuentes allegadas a la investigación indicaron que la principal hipótesis indica que los dos episodios están vinculados con la disputa de dos bandas de la zona.
Relacionan a los atacantes con otro crimen
El crimen de Oscar Adrián Ledesma, de 35 años, ocurrió a principios de septiembre pasado en el barrio Itatí sur, en un hecho que los investigadores enmarcaron en una pelea o un ajuste de cuentas.
El cuerpo sin vida de Ledesma fue hallado por personal de Comando Radioeléctrico alrededor de las 4.30 del 13 de septiembre con su bicicleta playera color azul tirada a pocos metros, en la esquina de Rodríguez y Garibaldi. En ese momento, los uniformados no encontraron documentos ni efectos personales de la víctima fatal, lo que demoró 12 horas su identificación.
De acuerdo con la investigación, Ledesma, quien vivía en la misma cuadra que Mélani, en Flammarion al 4900, presentaba un disparo en la nuca y hematomas en la cara, la cabeza y los brazos. Si bien los uniformados no encontraron entre las ropas del fallecido dinero o documentos, descartaron que el crimen haya sido durante un intento de robo y presumen que fue el epílogo de una pelea o un ajuste de cuentas.
Ahora Sandra, la hermana de Ledesma, dijo anteayer que las personas que balearon a su pareja y a Mélani son las mismas que terminaron con la vida de Oscar. Al respecto, los pesquisas aclararon que, al cierre de esta edición, el o los homicidas del hombre no estaban identificados debido a que tanto los vecinos como sus allegados no aportaron información. “Estamos en plena etapa investigativa, en los dos casos se está investigando todo”, señalaron ayer voceros relacionados a la pesquisa.
Marianela salió de terapia intensiva pero sigue internada
Marianela C., la nena de 20 meses que fue baleada el sábado por la tardecita cuando quedó en medio de un tiroteo en barrio Roque Sáenz Peña, salió de terapia intensiva y fue derivada a una sala común. Su mamá dijo a El Ciudadano que la niña se encuentra fuera de peligro pero que tal vez requiera de una nueva cirugía, además de la que le realizaron cuando ingresó al hospital de Niños Víctor J. Vilela. La mujer relató que en el barrio los enfrentamientos son moneda corriente.
El sábado pasado, Marianela estaba jugando junto a su primita en la puerta de la casa de su abuela, ubicada en Cabildo y Bermúdez, cuando desde un auto varios individuos comenzaron a disparar hacia la casa de un vecino, y en medio de la balacera, la menor fue alcanzada por una de las detonaciones, que “le ingresó por el abdomen y le salió por una de las nalgas”, según detalló su mamá, Ana Isabel R., de 36 años.
La madre de la nena herida contó que estaba en la vereda con su hija y con toda su familia cuando comenzó el tiroteo, el cual no la sorprendió porque, según expresó, “son moneda corriente en la zona. La bala que alcanzó a Marianela le afectó la vejiga, el intestino y le rozó el riñón. Por suerte la trajimos rápido al hospital y la operaron esa misma noche. Ahora está fuera de peligro pero la recuperación va a ser larga, y quizás necesite otra cirugía”.
La mujer dijo desconocer a los atacantes, pero aseguró que las balas iban dirigidas hacia uno de sus vecinos. “Hace dos semanas el abuelo del joven recibió un escopetazo en una pierna. Todo podría haber sido una masacre ya que este chico tiene hermanos chiquitos que también viven ahí”, detalló.
Ana Isabel manifestó preocupación porque en los últimos tiempos el barrio donde nació y se crió se convirtió en “tierra de nadie” y son habituales este tipo de enfrentamientos, sobre todo en horas de la tarde. “Es un barrio que está lleno de chicos, y tienen que estar todo el tiempo encerrados. No pueden salir a jugar ni sentarse en la vereda. Es horrible que pasen estas cosas por la locura de otros”, enunció la mujer, que fue entrevistada por este diario en la puerta de la Sala I del Vilela, adonde Marianela transita su recuperación.