«La mataron para robar con tranquilidad». Tras escuchar la acusación del fiscal Juan Ledesma y la réplica de la defensa, el juez Carlos Gazza dictó pidió prisión preventiva sin plazo para Daniel Ezequiel V. y Juan Ramón S., sindicados como coautores del crimen de Elvira Danelon, la anciana de 83 años que el domingo por la mañana fue encontrada sin vida en su casa de Roberto Ferrari 266, en la localidad de Capitán Bermúdez.
En la audiencia imputativa celebrada este miércoles en los Tribunales de San Lorenzo, el fiscal Ledesma acusó a Daniel «Cogote» V. y Juan Ramón «Chivita» S., por el delito de homicidio criminis causae, o sea haberle provocado la muerte a Doña Elvira para consumar otro ilícito, pidiendo la pena de prisión perpetua para ambos. En este caso, la investigación de Fiscalía avanza sobre la línea del robo de pertenencias en la casa de la anciana de Villa Cassini. Familiares denunciaron el faltante de un televisor led y de ropa del fallecido marido de la mujer, que habría utilizado Cogote para ocultar rastros de sangre en otras prendas, señalaron desde el Ministerio Público de la Acusación.
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Los acusados por el crimen de Doña Elvira, representados por el defensor Franco Fosco, no prestaron declaración sobre el hecho que los incrimina pero sí le confiaron al juez Gazza que comparten vivienda en la zona oeste de Capitán Bermúdez. El apodado Cogote dijo ser pareja de Ana María, la madre de Chivita. Los tres viven en una precaria casa de Bahía Blanca y 27 de Febrero, en Barrio Copello. Los dos imputados acreditaban antecedentes penales por robo.
El informe forense indicó que Doña Elvira presentaba traumatismo craneo facial grave. En la acusación, Ledesma argumentó que «la mujer vivía sola, no pudo defenderse y fue salvajemente ultimada». El propio fiscal comprobó «la aberración del ataque» cuando asistió a la escena del crimen, en el domicilio de calle Ferrari. «Mataron a Elvira para poder robar tranquilos», señaló el funcionario del Ministerio Público de la Acusación.
La investigación también asegura que en el relevamiento de cámaras públicas y privadas de la zona, quedó registrado cuando Cogote y Chivita «picaporteaban puertas» en la cuadra de Ferrari al 200. Otra prueba que los compromete aún más fue el hallazgo de una huella de calzado sobre un charco de sangre en donde apareció tendida Doña Elvira.
«Es una huella de una suela de zapatilla con un dibujo tipo panal de abeja. No se condice con el calzado que portaba la víctima. Daniel V. tenía calzado con un diseño muy similar que lo mandamos a peritaje», aportó el fiscal Ledesma. A la audiencia Cogote llegó con unas zapatillas estilo urbana sin cordones.
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Según los testimonios recolectados, a una vecina de Ferrari al 200 le llamó la atención que Doña Elvira no haya salido el sábado a la vereda, como solía hacer todos los días entre las 18 y las 18.30, para sacar al perrito a la calle. La Fiscalía refierió que a las 17, «un muchacho sin cuello» golpeó la puerta de la casa de esa misma vecina. Se levantó una remera azul, mostró que llevaba un ano contra natura y pidió comida. «Tengo que vivir con esto de por vida y darle de comer a mis hijos», dijeron.
Entre las 13 y las 15 del domingo, Chivita y Cogote fueron detenidos por efectivos del Comando Radioeléctrico de Capitán Bermúdez. Este miércoles, el juez Gazza les dictó prisión preventiva sin plazo hasta una próxima audiencia, en el marco de la investigación por el homicidio de Elvira Danelon.
