Ariel Andrés Aguirre tenía 26 años. Era agente de la Policía de Seguridad Vial de Santa Fe, con destino en Tostado. Lo encontraron el mediodía de este lunes asesinado a puñaladas dentro de su auto, un Chevrolet Prisma al que le habían prendido fuego en un camino que conecta con la comuna de Alejandra, en la zona rural de Margarita donde residía la víctima. Eso es a unos 5 kilómetros hacia el este de la Ruta Nacional 11. Horas después del hallazgo, detuvieron a un hombre identificado como Alexis Javier F., mecánico de motos en el mismo pueblo y amigo de la infancia de Aguirre, quien, siempre según voceros policiales, confesó haberlo matado por celos.
Fueron habitantes de la zona los que avisaron sobre un auto en lamas en el camino rural de Margarita, en el departamento Vera. El cuerpo de Aguirre se encontraba en el asiento trasero del Prisma, vestido con bermuda y remera, en posición fetal y con abundante sangre en torso y cuello. El médico policial que llegó al lugar constató heridas de arma blanca en el cuello, tronco y espalda.
De acuerdo a los propios dichos del detenido, que de acuerdo a la información oficial primero intentó armar una historia para despegarse del crimen y luego se quebró, Aguirre le había llevado una moto para que la repare. Siempre según ese testimonio, la novia del mecánico era estudiante de la carrera de policía y conocía al agente asesinado. Por eso, tenía celos y le tendió una trampa a su amigo.
Alexis F. le pidió a Aguirre que lo lleve en su auto hasta un lugar para buscar un repuesto de la moto. Ya en zona rural, de acuerdo a la confesión referida en la información oficial, lo atacó a puñaladas dentro del Chevrolet. Después, le prendió fuego al vehículo. La autopsia determinará si en ese momento Aquirre ya estaba fallecido o aún con vida.
El fiscal Leandro Benegas, inicialmente a cargo del caso, señaló que el asesinato del policía «no tiene nada que ver con su función, sino con una situación personal que ambos (por el victimario) mantenían».
Tras la audiencia al detenido se conocerá la imputación, dado que su confesión informal en sede policial no tiene estatus legal.
Aguirre jugaba además al fútbol en el Club Colonia de Margarita, que en redes sociales manifestó el dolor por su muerte violenta y las condolencias a la familia.