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Mataron a un chico de 21 años

Una mujer, a bordo de una moto como acompañante, le disparó anteayer a metros de su casa de barrio Saladillo. Se cree que es la pareja de un muchacho que tuvo un búnker en la zona, derribado hace unos cuatro años por vecinos.

Un joven de 21 años murió anteayer luego de ser baleado en la puerta de su casa por una mujer que lo interceptó en moto. El hecho ocurrió en un asentamiento del barrio Saladillo, desde donde el muchacho fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, efector en el que falleció una hora después de su arribo. En la tarde de ayer, mientras familiares y amigos velaban los restos del muchacho, varias personas de la zona atribuyeron el ataque a una disputa con otro joven que, años atrás, tuvo un búnker de venta de drogas en la misma cuadra que fue derrumbado por un grupo de vecinos. La cuadra estuvo de luto todo el fin de semana: el domingo, falleció un joven baleado en octubre pasado en el mismo lugar.

Ayer por la tarde, frente a una canchita de fútbol cercana al arroyo Saladillo, familiares y amigos velaban los restos de Darío Insaurralde en la casa donde el joven de 21 años vivía junto a su madre, su abuela y sus hermanos. Ubicada en la zona de Hungría y Batlle y Ordóñez, la vivienda forma parte de un asentamiento de casas pequeñas, pegadas las unas a las otras, donde las calles son de tierra y las casas ya no tienen número.

Según el relato de Mónica, la mamá de Darío, el muchacho era el segundo de cinco hermanos, tenía dos hijos –una nena y un nene– a los que “amaba como a nada en el mundo” y una beba en camino. El joven terminó cuarto grado y hacía alguna que otra “changuita” de vez en cuando. Hace tres años, Mónica y sus hijos habían abandonado la casa de Saladillo para mudarse a la zona oeste de la ciudad. Pero hace una semana, regresaron al barrio y se instalaron en la vivienda de calle Hungría, donde vive la abuela del muchacho.

Fuentes policiales informaron que el homicidio ocurrió el domingo por la noche cerca de las 21, cuando el muchacho se encontraba en la puerta de su casa y una mujer, acompañada por un hombre a bordo de una moto, le efectuó un disparo. La muchacha es conocida en el barrio como “La Gata” y, según un pesquisa, si bien no se encuentra totalmente identificada se disponen de datos certeros sobre su paradero. También está individualizado su acompañante.

Según los familiares de la víctima, el domingo a la hora de la siesta Darío se peleó “a las piñas” con un muchacho apodado “Juancito”, a la vuelta de su casa. El joven estaba acompañado por un par de amigos, pero la disputa no pasó a mayores. Regresó a su casa y se acostó a dormir la siesta. Cuando ya caía el sol y el barrio poco iluminado entraba en la penumbra, Darío se levantó, salió a la puerta y se sentó a pocos metros de su casa.

En ese momento, un hombre pasó en moto por delante de él, dio media vuelta y regresó a los pocos minutos acompañado por una mujer. La chica se bajó, disparó y ambos se dieron a la fuga a bordo del rodado. La bala impactó en el tórax de Darío y enseguida el lugar se llenó de gente que intentó asistir al muchacho. A las 21.40, el joven ingresó al Hospital Roque Sáenz Peña, pero por la gravedad de su estado fue trasladado al Heca, donde falleció a las 22.45.

La bronca entre Darío y Juancito venía de larga data. Vecinos de la zona contaron que Juancito tenía un búnker a pocos metros de la casa de Darío. Hace unos cuatro años, un grupo de personas derribó ese “quiosco” aprovechando que su dueño estaba preso. Ese día, en su lugar estaba su mujer, una chica conocida precisamente como “La Gata”.

Luego de la acción de los vecinos, la pareja “se quedó con la bronca” y varias personas sufrieron amenazas por la destrucción del búnker. Entre ellos, Darío.

Según relatos de los vecinos, Juancito habría salido hace algunos días de la cárcel con prisión domiciliaria. Contra estas versiones, voceros policiales aseguraron que el marido de La Gata se encuentra detenido en la cárcel de Coronda hace unos cinco años.

Además, informaron que Darío cuenta con antecedentes penales por robo calificado y tentativa de robo por hechos ocurridos en 2010 y 2012, respectivamente.

Más dolor en la barriada

En el mismo lugar de Saladillo donde ayer velaron a Darío Insaurralde, el domingo despedían a Nicolás López, un joven de 20 años que falleció la madrugada de ese día en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde lo atendían desde el 6 de octubre cuando ingresó, desde Ayacucho y Guillermo Tell, con un disparo de arma de fuego en la nuca. Las investigaciones concluyeron que la autora de aquella agresión sería una muchacha de 18 años, a la que detuvieron horas más tarde en el arroyo Saladillo.

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