Un hombre fue asesinado de un disparo en el abdomen este miércoles tras ser atacado por un gatillero en la puerta de su vivienda de pasaje 6 al 2400, en Villa Gobernador Gálvez. La víctima tenía 48 años y era el padre de uno de los cuatro imputados que están siendo juzgados desde febrero pasado junto a Esteban Lindor Alvarado por integrar una asociación ilícita dedicada a múltiples delitos y por los secuestros seguidos de muerte de Lucio Maldonado y Cristian Enrique.
De acuerdo con voceros judiciales y policiales, el asesinato se perpetró alrededor de las 19 de este miércoles cuando la víctima fatal, identificada como Rubén Horacio Ávila, estaba sola en su casa. En ese momento, un solitario atacante llamó a la puerta y cuando salió, le dispararon una bala calibre 45 que le ingresó por el abdomen y salió por el glúteo.
A Rubén lo socorrió en un primer momento su pareja, Silvina C. Es que tras recibir el impacto, había alcanzado a mandarle un mensaje de audio: “Apurate, me pegaron un tiro”, le dijo a la mujer, y le agregó que habían preguntado por “Yiyo”, apodo de su hijo Matías, quien está siendo juzgado como parte de la asociación ilícita comandada por Alvarado y sindicado como partícipe necesario del secuestro y posterior asesinato en una quinta cercana a Piñero del prestamista Lucio Maldonado, en noviembre de 2018. El debate está en la etapa de alegatos de la defensa y la resolución del tribunal –integrado por Alejandro Negroni, Patricia Bilotta y María Isabel Más Varela– está prevista para el próximo 26 de mayo en el Centro de Justicia Penal.
Tras recibir la comunicación, la esposa de Rubén fue hasta el lugar y lo trasladó en un auto hasta el Hospital Juan Anselmo Gamen villagalvense. Por la gravedad de la herida, los médicos lo derivaron en un móvil del Sies al Provincial de Rosario, pero tampoco allí pudieron salvarlo. Pasadas las 20 del mismo miércoles, comunicaron que había muerto.
El caso quedó a cargo de la fiscal Marisol Fabbro, quien ordenó las medidas de rigor al personal del Gabinete de Criminalística y de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) para el relevamiento de la escena, el levantamiento de rastros y la toma de declaraciones a posibles testigos.
En ese marco, los pesquisas levantaron de la cuadra de pasaje 6 al 2400 donde vivía Ávila una vaina servida y una bala deformada calibre 40.