Salvo una aparición en la televisión francesa, el argentino Pablo Matera no había realizado declaraciones sobre la polémica que se generó al aparecer tuits racistas que publicó en su cuenta de Twitter años atrás. Hace algunos días, el tercera línea que juega en Stade Français fue entrevistado por la agencia de noticias AFP y a la hora de manifestar su deseo de volver a vestir la celeste y blanca fue muy claro: “No hay nada más lindo. Uno todo lo que hace es para jugar con su país. Esperemos que todo salga bien”.
Al momento de volver a París, para integrarse a su club, Matera explicó a sus compañeros lo sucedido. Porque esos tuits no dejaron una buena imagen de él, que quince días atrás, luego de la histórica victoria sobre los All Blacks, tenía status de ídolo y líder ejemplar. “Es importante pedir perdón cuando uno comete un error. Esos tuits a mí me sorprendieron tanto como a todos los que los leyeron. No tengo memoria del momento que los escribí. Fue realmente hace mucho tiempo, pero no quiero utilizar eso como excusa. Estaban en mis redes sociales y me hago cargo. Fue un momento muy duro. Imagino que para la gente que lo leyó también fue duro. Mi arrepentimiento fue inmediato. Estábamos tan sorprendidos junto a mi familia como cualquiera que haya leído esos tuits de hace muchos años”, explicó Matera.
Desde el momento de la publicación de los tuits, la vida de Pablo Matera cambió muchísimo. Su adolescencia no fue fácil, una etapa de la vida compleja. Hoy Matera ha formado una familia, desde muy chico integra seleccionados nacionales y es muy respetado por sus compañeros y colegas. El cambio de Pablo ha sido de 180 grados. “Cuando apareció aquello y se hizo viral, me puse a pensar en todo lo que había pasado en ese tiempo. Desde que tenía esa edad, en que escribí esos tuits, hasta el momento en que me encuentro hoy. Los cambios y el crecimiento son muchos. Un montón de cosas pasaron en el camino, en mi vida personal o profesional. Y un montón de cambios. Pasaron demasiadas cosas en nueve años. Estoy muy arrepentido y avergonzado por esos tuits, obviamente, y por lo que hice en ese momento. Ahora estoy muy orgulloso del momento en el que estoy, de la familia que formé, del equipo que tengo, de la carrera que estoy haciendo. Todas las cosas buenas y malas me han hecho crecer y ser la persona que soy. Hay cosas en el camino que no me gustaron, pero es parte del camino y eso me hace ser la persona que soy hoy”, dijo el tercera línea surgido en Alumni.
La suspensión en Los Pumas fue momentánea, su no inclusión en el último partido fue para preservar a los jugadores y no tirar combustible al fuego. Pero la UAR determinó que los jugadores realizaran determinadas tareas: tomar cursos sobre discriminación, realizar videos para la concientización y seguramente en un futuro habrá actividades relacionadas con este tema, en la que estarán involucrados Matera junto a Guido Petti y Santiago Socino. Para que los jugadores puedan volver a ser tenidos en cuenta por Mario Ledesma en una futura convocatoria deben cumplir con el pedido de la UAR.
“No sé nada sobre los próximos partidos. Soy jugador, por lo que las convocatorias, la capitanía o no, son cosas que no dependen de mí, o mejor dicho, no soy yo el que toma esas decisiones. No tengo certezas sobre eso. El comité de disciplina de la UAR propuso varias cosas y quedan algunas por hacer, que ya están programadas”, expresó Matera.
Durante el encuentro que duró más de media hora entre Matera y AFP, se habló de rugby. Y fue imposible no volver a hablar, ahora a la distancia, de lo que significó el histórico triunfo sobre los All Blacks, el pasado noviembre por 25 a 15. “No creo que haya sido un hecho circunstancial. En 2019, el año del Mundial, jugamos contra los All Blacks en Argentina y perdimos por cuatro puntos, teniendo la última pelota del partido a cinco metros, con la posibilidad de ganar ese partido por primera vez. En el Mundial 2015, nos fuimos al entretiempo con ventaja sobre los All Blacks y creo que hasta el minuto 60 veníamos ganando. Puedo enumerar un montón de partidos en que siempre nos faltó algo para ganar. Es un equipo que nunca bajó los brazos y que siempre trabajó para seguir mejorando”, dijo Matera, quien siente que Argentina puede ser protagonista en el Mundial de Francia 2023.
Al conocer los rivales de la próxima Copa del Mundo, el tercera línea expresó: “Inglaterra es una potencia y un equipo súper complicado. Yo nunca le he ganado a Inglaterra. Sería increíble lograrlo algún día, pero es un partido muy duro. Japón me parece que está creciendo un montón. Está tal vez en un camino parecido al nuestro, gracias al trabajo. Tienen la calidad para convertirse en uno de los mejores equipos. Lo demostró en el Mundial pasado, venciendo a Irlanda y Escocia. Es muy peligroso, muy físico y muy ordenado. Y los equipos ordenados en rugby son difíciles, así que también va a ser un desafío muy grande competir con Japón en ese grupo”.
Pablo Matera no cometió ningún delito, su primera reacción fue pedir perdón, algo poco común –o raro- en Argentina. Se muestra arrepentido y avergonzado, claramente no es la misma persona que en 2012 –tenía 19 años al momento de publicar los tuits-. Todos, porque nadie está exento de cometer un error, y Pablo pagó muy caro dicho yerro: no pudo jugar en Los Pumas, su presencia en el futuro no está garantizada y además podría no volver a ser capitán del seleccionado. Pidió perdón, está trabajando y realizando todas las tareas que le encomendaron. ¿Por qué la sociedad argentina no le perdona un error? ¿Por qué Pablo no puede ser merecedor de una segunda oportunidad? La doble moral argentina es implacable, se le exige mucho más a un deportista que a los gobernantes.