La presencia argentina va más allá de Los Pumas. El seleccionado de Italia cuenta con varios jugadores criollos entre sus filas, los más famosos Sergio Parisse (capitán del equipo), el pilar paranaense Martín Castrogiovanni y el nicoleño Matías Agüero, con quien charló El Hincha en la previa del partido ante Canadá.
Tras la derrota inicial a manos de Francia, la Azurra quedó obligada a ganar para seguir con chances de pasar de ronda. Hoy ante los norteamericanos, el argentino será suplente y seguramente ingresará en el complemento.
Además, Agüero ostenta un título para nada menor: es el único rugbier nicoleño en jugar un Mundial. El primera línea formado en el club Regatas de San Nicolás se refirió a dicho título. “Sinceramente, como siempre lo digo, nunca hay que olvidarse el lugar desde uno ha salido. Hoy estoy acá gracias a Regatas, lugar donde aprendí todos los valores del rugby y el amor por la camiseta. Eso no me lo voy a olvidar nunca y siempre soy un agradecido al club”, expresó un Agüero emocionado, no sólo cuando habló de su club sino también al nombrar su ciudad, un gran sentido de pertenencia con su lugar de origen.
En relación a su debut en Inglaterra 2015, el primera línea de 34 años dijo: “Tenía muchas expectativas, muchas ganas, el partido se dio así, me quedó con un sabor amargo, no creo que el scrum de Italia haya cometido todos los penales que le cobraron. Es mi segundo Mundial, en 2007 jugué 30 minutos, era chico y llegue lesionado a la Copa del Mundo. Ahora lo vivo con madurez. Es distinto todo, no me lo esperaba estar acá. Fue una emoción enorme, indescriptible”.
“Obviamente partir de los errores que tuvimos, seguir trabajando mucho como lo venimos haciendo en las formaciones fijas y mejorar ahí. Le dimos muchos puntos a Francia y un partido cambia si no cometemos esos errores, tanto a favor como en contra”, analizó Agüero.
Un ejemplo de superación en base a sacrificio y trabajo, de un deportista que llegó a la elite del rugby Mundial desde un club sin una gran tradición en este deporte, pero donde los mejores valores son inculcados como premisa fundamental.