A Nicolás López lo mataron con un balazo en la cabeza una tarde de octubre de 2014. La acusada es una joven que apenas había cumplido 18 años. En el juicio oral que se inició este miércoles quedaron claras las consecuencias de vivir en la violencia. Para el fiscal, una relación sentimental terminada entre la madre de la acusada y el hermano de la víctima, y el incumplimiento de una restricción de acercamiento perimetral, derivaron en el ataque. Dijo que la acusada fue a buscar a un miembro de la familia contraria y le pegó un tiro a Nicolás: pidió 20 años de cárcel. Mientras, la defensa contó que la acusada se crió en un ámbito de violencia en el que el hermano de la víctima sometió a toda su familia a malos tratos. La abogada dijo que el día anterior al crimen su madre fue sometida a una paliza por algunas personas, entre las que estaba la víctima, por lo que pidió una respuesta del tribunal acorde al cuadro de situación que atravesó la acusada y su familia.
Celeste Ayelén Morlivo tiene 21 años y un hijo de tres que cría en la cárcel. Está acusada de matar al hermano de su ex padrastro. Tiene 6 hermanos y su madre estuvo en pareja durante 7 años con Alejandro, un hermano de la víctima. Pero la relación se terminó y comenzó un fuerte enfrentamiento entre ambas familias. El fiscal Adrián Spelta contó que la mañana del 5 de octubre de 2014 Alejandro, violando una orden de prohibición de acercamiento a su ex pareja, se presentó en la casa de la acusada. La mujer llamó a la policía y Alejandro marchó preso a la comisaría 15ª.
El hombre estuvo demorado por varias horas y a la tarde salió en libertad. Cerca de las 18, Celeste Morlivo, su madre y su hermana se acercaron a la casa de los López en un pasillo ubicado en Ayacucho 630 y golpearon en la casa. En el interior estaba Natalia, la hermana de la víctima, que optó por no salir, contó el fiscal.
Las mujeres se fueron hacia el lado de Villa Gobernador Gálvez. En la intersección de Ayacucho y Guillermo Tell cruzaron a Nicolás Arturo López como acompañante de una moto conducida por Cristian, un amigo de la víctima. Spelta dijo que Celeste lo llamó. La moto se detuvo y el muchacho se bajó. Comenzaron a discutir y Morlivo le pegó un tiro en la parte trasera de la cabeza con una pistola calibre 22, dijo. La mujer se tiró al arroyo Saladillo para escapar de la policía y los vecinos que la asediaban, aunque algunas horas después fue detenida. Mientras la víctima fue trasladada al Hospital Roque Sáenz Peña, donde peleó por su vida por 45 días y falleció a consecuencia de las lesiones generadas por el disparo. Spelta pidió 20 años de prisión por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
Pero la defensora pública Andrea Corvalán habló de la historia de la acusada: dijo que estuvo marcada por la pobreza, el maltrato y la violencia de género. Contó que es hija de un padre ausente. Gran parte de su vida la compartió con sus hermanos, su mamá y su padrastro Alejandro, del que sólo recibió violencia y mal trato.
Explicó que la infancia y adolescencia de la joven le generaron un trauma en su subjetividad y autodeterminación. El padrastro le gritaba, pegaba, le negaba un plato de comida y le sacaba sus cosas, describió. La escalada de agresiones creció mientras su madre era víctima de violencia de género durante toda su relación. Explicó que un día antes del crimen hubo un hecho puntual. La madre de la acusada fue víctima de una gran golpiza por parte de amigos su ex, entre los que estaba el hermano, Nicolás López. Le pidió a los jueces Mónica Lamperti, Patricia Bilotta e Ismael Manfrín una decisión acorde a los hechos. El juicio continúa este jueves con la producción de testimonios.