Roque, el papá de Peque, pidió disculpas cuando fue abordado por los medios. Sí propuso que hablase su sobrino Miguel en nombre de la familia Moreyra. «Hoy el dolor es más grande que cuando lo mataron. Hoy sentimos que Peque volvió a fallecer», sentenció el primo de Roberto Moreyra, el motociclista de 22 años que murió como consecuencia de un choque frontal en la localidad de Andino, contra un automóvil que circulaba por el carril contrario de una calle de doble mano. Por el homicidio culposo, Alexis Geminale (35) fue condenado a la pena de tres años de prisión condicional, con ocho años de inhabiltación para manejar cualquier tipo de vehículo.
La jueza Griselda Strólogo no hizo lugar al monto de pena solicitado por Fiscalía. En el juicio oral y público que se celebró en los Tribunales de San Lorenzo, la fiscal Melisa Serena había pedido cuatro años de prisión efectiva para Geminale, quien escuchó la lectura del fallo entre sollozos, inquieto y ocultándose la cara con ambas manos. «Es una persona insertada en la sociedad, que trabaja y mantiene una familia. Tuvo una conducta imprudente y negligente», argumentó la magistrada sobre el caso del empleado de la planta de biodiesel Albardon Bio.
A Geminale se le atribuyó el hecho ocurrido el 27 de noviembre de 2016, aproximadamente a las 5 de la madrugada en calle Lisandro de la Torre entre 25 de Mayo y 9 de Julio. Según la investigación, circulaba sin carnet de conducir debido a estar inhabilitado por la Municipalidad de Rosario desde el 22 de octubre de aquel año, manejaba un Volkswagen Gol por el carril contrario bajo los efectos del alcohol y embistió a Roberto Moreyra, quien viajaba en su moto Yamaha Cripton en orientación norte a sur.
«Mis viejos me inculcaron que cuando yo cometiese un error, iba a ser castigado. Había fundamentos para castigarlo. Mi primo falleció esa misma noche y se comprobó que manejaba en contramano, entre otras irregularidades. Sufrimos un revés de la Justicia y lo vivimos con mucha tristeza», expresó Miguel Moreyra.
«Después de casi tres años teníamos la esperanza de que se hiciera justicia. Y que el culpable de la muerte de mi primo fuera tras las rejas. Porque cometió un error con fundamentos. Aunque la jueza no lo entendió así, nosotros iremos hasta las últimas consecuencias», anticipó Miguel sobre la apelación del fallo en primera instancia.
