Maxi Rodríguez comenzó a transitar ayer su tercer Mundial y la apuesta de Sabella a jugar con un esquema 5-3-2 le dio un lugar como titular, aunque al igual que el resto del equipo tuvo un primer tiempo sin mucho vuelo y fue uno de los dos jugadores que salieron en el entretiempo cuando el entrenador decidió volver al 4-2-3-1.
Maxi fue siempre en este ciclo el jugador número 12 del entrenador, aquel que siempre tuvo la chance de jugar desde el banco e inclusive fue titular y capitán en el último partido de Eliminatorias ante Uruguay. Como volante interno o como extremo, el hombre de Newell’s siempre cumple, pero ayer no tuvo una buena tarde.
Se lo vio incómodo. Jugó como volante interno, un lugar donde no lo hace habitualmente, aunque Sabella algunas veces ya lo había probado. Se lo notó incómodo, encerrado entre una marca activa y fuerte de Bosnia, y al igual que Di María, les costó hacerse de la pelota en el primer tiempo. Un par de veces intentó combinar con Zabaleta, pero con poco éxito.
Un remate desde afuera que se fue desviado fue su única participación ofensiva. Poco para un jugador acostumbrado a anotar o al menos a generar varias chances de gol durante los partidos.
No será la única participación de Maxi en Brasil 2014. Seguramente Sabella utilizará con mayor asiduidad el esquema 4-2-3-1 y la Fiera volverá a ser alternativa desde el banco. Y desde allí puede aportar mucho. Como él mismo dijo “no cualquiera juega tres Mundiales”.