Maximiliano Yanson es el referente máximo de Atalaya. Así lo atestigua la bandera con su rostro que decora el Ornati y así lo cuenta la historia grande del club, que lo tiene como el símbolo de los títulos de la institución. Ya afirmado en su transición de interno a alero (aunque deba jugar de “cuatro” mentiroso), el jugador del Azul se prepara para afrontar otra temporada del Torneo Federal, el certamen que lo motiva y que engancha a sus compañeros. Se juraron quedarse, mantener la base, los amigos, resignaron en lo económico y quizás en probar la aventura de una categoría superior. Y ahora están a días de la presentación del sábado ante Santa Paula de Gálvez (justo Santa Paula) para renovar la ilusión y también para intentar repetir una campaña que fue extraordinaria.
—¿Qué balances hacés de la preparación y cómo creés que llegan al debut?
—Yo creo que llegamos bien, que hicimos una buena pretemporada. Nos enfocamos en la parte física y los partidos de la Superliga Rosarina nos sirvieron para no perder el ritmo de básquet. Por ahí nos quedó pendiente jugar algún amistoso, sobre todo para que Mati Medrano pueda jugar, porque él no puede participar del certamen local.
—Ya son especialistas en esto de tratar de balancear jugar la Rosarina y el Federal al mismo tiempo. ¿Creés que nuevamente van a poder sobrellevarlo bien?
—Nos preparamos para afrontar ambos torneos, el objetivo en la Rosarina era terminar con localía en los playoffs, y lo cumplimos. Aunque el enfoque en estos meses estuvo puesto en la preparación para el Torneo Federal, no dejamos de lado el torneo local, porque siempre la idea es pelearlo como se hizo en los últimos años.
—Quedó muy alta la vara después de la campaña en el certamen anterior. ¿Eso les pone algo más de presión?
—No lo tomamos como una presión. Es un torneo muy largo, muy competitivo, y tenemos que ir cumpliendo objetivos cortos, partido a partido. Obviamente nos quedó la espina de haber estado muy cerca de jugar por el ascenso, pero eso nos tiene que servir de motivación para esta temporada.
—Van a jugar en una zona con equipos de Córdoba por primera vez en el torneo. ¿Cambia algo?
—Lo único que cambia es que jugamos con equipos que no enfrentamos nunca, no los conocemos, pero después nuestra forma de afrontar cada partido será la misma.
—Es raro que en los torneos de Liga o Federal se mantengan tantos jugadores de un año para otro. ¿Es un plus que tienen, el de conservar el grupo?
—Sí, yo creo que sí, el grupo es una de las claves que tenemos y una de nuestras mayores fortalezas. Nos sentimos cómodos jugando juntos, nos conocemos bien y Mariano (Junco, el entrenador) también.
