Tras el anuncio del Gobierno sobre el cambio de nombre del Centro Cultural Kirchner (CCK), el diputado Máximo Kirchner, hijo del expresidente homenajeado con la designación del edificio, brindó sus opiniones sobre el tema. En una entrevista en AM 530, Kirchner minimizó la modificación en la denominación, calificándola como un «fuego de artificio», y planteó condiciones para el presidente Milei.
Máximo Kirchner señaló que la preocupación principal debería ser el cambio en las políticas de asistencia social, especialmente en lo relacionado con los comedores. Afirmó que si el presidente Milei garantiza el envío de recursos a las provincias y la provisión de alimentos a los comedores, el cambio de nombre del CCK sería simplemente una anécdota sin relevancia.
Con ironía, sugirió que incluso podrían llamar al lugar «Conan» o «Eduardo Eurnekian», siempre y cuando se cumplan estas condiciones.
El diputado mostró escepticismo hacia la medida, considerándola como una distracción de los problemas reales que enfrenta el país. Insistió en la importancia de garantizar el acceso a alimentos y recursos básicos para la población, más allá del nombre que tenga el centro cultural.
Hasta el momento, no se ha conocido la reacción de la exvicepresidenta Cristina Kirchner ni de otros representantes destacados del kirchnerismo. Sin embargo, las declaraciones de Máximo Kirchner reflejan la postura del sector frente a esta polémica medida del Gobierno.