Por Pablo Ibáñez / elDiarioAR
Máximo Kirchner fijó posición. No habló, no tuiteó ni, como su madre, escribió una carta pero formalizó su rechazo a suspender las PASO. A 48 horas del almuerzo en Casa Rosada con Alberto Fernández, Santiago Cafiero, Sergio Massa y «Wado» De Pedro, el jefe de los diputados del Frente de Todos (FdT) estructuró una postura sobre un tema que genera tensiones en el panperonismo.
Su postura, según confiaron desde su entorno a elDiarioAR, es lineal: deben continuar vigentes las internas para que los partidos definan sus candidatos, lo que cementa su rechazo al plan promovido por varios gobernadores del PJ y la UCR para suspender las PASO del 2021, propuesta que tiene como argumento público, el riesgo sanitario.
Con el mismo chip -en este asunto- que Alberto Fernández, Kirchner condiciona cualquier cambio en el calendario o en el formato electoral a un acuerdo político con la oposición. Frente al rechazo de Horacio Rodríguez Larreta y de jefes de la UCR como Mario Negri y Alfredo Cornejo, explora otro sendero: quiere que el Consejo Federal de Salud (COFESA), organismo donde confluyen los jefes sanitarios de Nación y las provincias, analice la proyección de la situación epidemiológica para tener una «palabra técnica autorizada» sobre la pandemia y una recomendación sobre las elecciones.
Hay un foco más genérico: la decisión debe tener un soporte sanitario pero, además, tener el acuerdo del gobierno nacional y de los partidos, según explicó una fuente de La Cámpora. «Cualquier decisión debe estar basada en ese criterio epidemiológico», indicó.
Apuntan a una referencia puntual: el número R, que marca la velocidad y expansión del contagio, lo que permite pronosticar la posible conducta de la pandemia. Si hay una recomendación sanitaria, se podría avanzar con la prórroga de las fechas para correr las PASO de agosto a septiembre, y la general de octubre a noviembre, tal como contó este medio.
A priori, el kirchnerismo contempla como variante, más que la prórroga, la realización de las primarias y las generales el mismo día, mecanismo que requiere una ingeniería compleja y que, en la práctica, funcionaría casi como una Ley de Lemas porque irían varios candidatos de un mismo partido que, después, se repartían las bancas según la sumatoria de cada lista interna.
Un ejemplo según los borradores de ese esquema. En una provincia se eligen diez diputados y se presentan 3 listas de la alianza A, 2 de la alianza B y 4 listas sin primaria. Los votos de las 3 listas de la A se suman para hacer el reparto de bancas que, a su vez, después se distribuyen según el peso de cada lista en la interna.
Campañas
En paralelo al calendario, donde el mínimo cambio requiere aprobación del Congreso, Kirchner impulsa una serie de cambios respecto a la campaña electoral. Por la pandemia no serán tradicionales y limitarán la actividad de los candidatos, con sus recorridas y encuentros, frente a lo cual plantea que se debe garantizar «sin costo para los partidos» la publicidad en «todos sus formatos».
No es un detalle: actualmente, sobre la base de la ley aprobada en 2010 que entró en vigencia en 2021, hay espacios de publicidad cedidos a los partidos en radio y TV pero no en publicidad en vía pública ni en web. El pedido del kirchnerismo es que en 2021 se incorporen espacio en Internet y además en redes sociales, además de la cartelería callejera.