La difundida profecía maya del fin del mundo, que se cumpliría hacia fin del año 2012, fue descartada por un miembro destacado de la comunidad aborigen. “Estamos finalizando un período de Sol al que denominamos Oxlajuj B’aqtun. Cada B’aqtun contiene 400 años que multiplicados por 13 dan un total de 5.200 años, un período de Sol que ha ocurrido otras veces desde que los antepasados mayas empezaron a controlar y contar el tiempo”, informó Cirilo Pérez Oxlaj, anciano mayor del Consejo de Ancianos y guías espirituales mayas de Guatemala y embajador extraordinario itinerante de los Pueblos Indígenas.
Pérez señaló que la información corresponde ante las “tergiversaciones vertidas desde hace un buen tiempo a través de diferentes medios informativos”.
El fin del presente ciclo Oxlajuj B’aqtun tendrá lugar el próximo 21 de diciembre, indicó.
“Este es el final del Quinto Período de Sol, con la esperanza de recibir el Sexto, un nuevo amanecer que anuncian los astrónomos mayas o cargadores del tiempo y autoridades en la vida espiritual y material y que los ancestros transmitieron por miles de años de generación en generación”, añadió.
La cultura maya sorprende aún hoy a los científicos por su gran dominio de la astronomía y la matemática (los mayas fueron los primeros en usar el cero con las funciones que están vigentes en la actualidad), todo lo cual le permitió controlar el tiempo. El año lo dividieron en 365 días, con base al recorrido anual de la tierra alrededor del sol. Algunos científicos los llaman “los señores del tiempo”.
Pérez, como el mayor del Consejo de Ancianos, dijo que éste invita a todas las culturas, religiones y espiritualidades practicadas por hombres, mujeres, jóvenes y niños, “como buenos hijos del Sol, hijos del tiempo, para que nos unamos en una meditación global, desde nuestras formas propias de conectarnos con el Creador y Formador”.
Esto, “en nuestros pueblos, comunidades, organizaciones y familias para alcanzar la paz y un cambio de conciencia, y así mejorar nuestras acciones y evitar consecuencias lamentables de una autodestrucción que la acción humana ha venido provocando desde hace un buen tiempo”.
En su declaración, Pérez también reivindicó los derechos de los pueblos indígenas.
“Exigimos que se reconozca el aporte económico que los pueblos indígenas hacen a los Estados desde diferentes ámbitos laborales y productivos”, dijo.
A la vez, “pedimos inclusión para que nuestras ideas y voces se vean reflejadas en la elaboración y ejecución de políticas públicas, porque de otra forma no lograremos avanzar y mejorar las condiciones de vida de la población, especialmente la situación de los pueblos indígenas y otros sectores vulnerables ante los cambios drásticos tecnológicos, climáticos, económicos y políticos que ha representado el presente siglo”, agregó.