Horas antes de lanzar su campaña presidencial con vistas a 2011, Eduardo Duhalde renovó sus críticas al Gobierno nacional e insistió en la necesidad de «ordenar y pacificar» al país como requisito indispensable para desarrollar «políticas de Estado» a largo plazo.
Duhalde manifestó que «aparecen por todos lados los pobres» que el kirchnerismo «escondía detrás de las estadísticas», en alusión al conflicto por la toma de tierras en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, al tiempo que consideró que «el Estado está funcionando muy mal».
«No se puede esconder la pobreza y el sufrimiento de la gente detrás de las estadísticas», insistió el caudillo de Lomas y principal mentor de la candidatura de Néstor Kirchner en 2003, cuando el santacruceño se impuso sobre Carlos Menem en segunda vuelta para convertirse en Presidente.
En este sentido, Duhalde lamentó que Kirchner -según su criterio- haya «desmantelado el aparato productivo nacional» o postergado «ideas vinculadas al desarrollo» en el país, tras asumir como jefe de Estado.
«Yo no tenía por qué pensar que iba a utilizar como centro de su accionar al terrorismo de Estado», enfatizó, en declaraciones a Noticias Argentinas.
«Ahora es fácil hablar (…) En esa época luchábamos por la aparición con vida de los desaparecidos. No pueden ahora hacerse los dueños de ellos», remarcó.
El precandidato presidencial del Peronismo Federal insistió en que el Gobierno trata de inculparlo por «cada cosa que sucede» en la Argentina, como la muerte del militante Mariano Ferreyra o los graves incidentes registrados en el Parque Indoamericano de Villa Soldati, porque le «tiene miedo».
«Hace cinco años que me echan la culpa por todo. Me temen, esa es la realidad, ellos no son zonzos y saben que les voy a ganar la elección», subrayó.
Asimismo, opinó que el kirchnerismo toma como «enemigos» a «todos los que piensan diferente», como le ocurrió -dijo- al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
«Realmente, a mí me da una pena enorme el Gobierno con los papelones que hace. Por todo lo que sucede le echan la culpa a los demás», expresó Duhalde, que consideró que el oficialismo ataca a Macri porque «es de derecha».
El dirigente del PJ disidente reiteró en este marco que no descarta la posibilidad de llegar a un acuerdo electoral con el PRO, sobre todo con Macri.
Aseguró que el duhaldismo tiene las puertas abiertas para «el que quiera sumarse», con excepción de la UCR y la condición de que «todos los candidatos» vayan a internas.
Al respecto, aclaró que sólo con los radicales no sellaría una alianza por el «bipartidismo» que ha dominado la historia política nacional.
Pensando en los comicios de 2011, Duhalde insistió en la necesidad de «pacificar y ordenar al país» para despertar la capacidad productiva de Argentina, adormecida hoy hasta en un 60 por ciento, según indicó.
«El orden es parte de la democracia (…) No se puede tener a la Policía maniatada y dejar que la gente salga a las calles a hacer justicia por mano propia», recalcó, en alusión también a los incidentes registrados por la toma de tierras en la zona sur de la Capital Federal.
Duhalde se mostró convencido en que Argentina «necesita orden y pacificación», al tiempo que recomendó al Gobierno que trate de emular al brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y al uruguayo José Pepe Mujica.
«Lula es el estadista más importante de las últimas décadas en la región y Pepe Mujica, que estuvo 15 años en un pozo, salió a predicar políticas de Estado, no a sembrar la semilla del odio y el rencor», manifestó.
Para Duhalde, tanto Lula como Mujica son fieles referentes de un «progresismo moderno, de centro-izquierda».
«El Gobierno tiene que reflexionar y entender que no sirve la violencia verbal. Hay que terminar con el discurso bélico, porque eso es progresismo del pasado», concluyó.