“Se necesitan cocineros, pizzeros, mozos, telefonistas y cadetes. Te esperamos el 3 de octubre, a las 15, en la sucursal de Italia esquina 3 de Febrero”. El aviso lo publicó el fin de semana la pizzería Pizza Puck, en Instagram y Facebook. La convocatoria superó cualquier expectativa. Este miércoles 1.200 personas hicieron cola para 10 puestos de trabajo. Había ciudadanos de entre 18 y 22 años, pero también de los 50 en adelante. La mayoría, desocupados desde hace meses, esperaron para la entrevista en el local que reemplazó a la tradicional casa de empanadas el Gran Pipón y que tuvo que cerrar sus puertas tras 37 años de actividad por los altos costos de las tarifas, la baja del consumo y el desmedido incremento del alquiler. Ricardo Barrionuevo, el dueño de Pizza Puck contó que los entrevistados repetían incansablemente la misma frase: “Necesito trabajar de cualquier cosa”.
De necesidad y contexto
“Es la primera vez en 23 años que estoy en el rubro que me pasó algo así. Cuando antes publicaba un aviso llegaban unas 20 personas. Me quedé muy mal porque los vi a todos muy desesperados por conseguir trabajo”, dijo a El Ciudadano Barrionuevo. El dato no es menor y la demanda por un puesto laboral refleja el notable agravamiento de la crisis laboral que vive el país, donde la desocupación trepó al 9,6 por ciento en el segundo trimestre de 2018. Significó un aumento de casi un punto porcentual respecto del mismo período del 2017 y acumuló un alza del 2,4 por ciento en lo que va del año, según informó hace dos semanas el Indec. En el Gran Rosario la tasa fue del 8 por ciento, es decir, 1,2 por ciento registrado en el primer trimestre del año.
Buscan
La convocatoria de Pizza Puck era desde las 15 del miércoles, pero los interesados estuvieron parados como soldados desde muy temprano y los últimos se fueron por la noche. Barrionuevo contó que los 10 puestos de trabajo son para las cinco sucursales de la pizzería y no daban abasto para atender a uno por uno de los interesados porque eran tres personas para las entrevistas. Las edades de los postulantes que se presentaron en el local de Italia y 3 de Febrero oscilaban entre los 18 y 22 años, y de los 50 en adelante. “Me conmovió una señora de 55 años que tuvo que cerrar su negocio de comidas hace seis meses. Tiene tres hijos y no puede afrontar los gastos”, se lamentó el titular de la pizzería y agregó que también se presentó una profesional no vinculada a la gastronomía.
Barrionuevo dijo que la caída en las ventas de su negocio fue de un 30 por ciento. “La situación económica va de mal en peor. Este gobierno castiga a los que apuestan por el país”, agregó sobre la baja del poder adquisitivo cuando las paritarias no estuvieron ni por asomo cerca de la inflación.
“El llamado a ocupar los cargos nos dejó a todos un sabor amargo”, concluyó Barrionuevo.