La abuela de la joven que denunció al ex gobernador de Tucumán José Alperovich por abuso sexual contó cómo se enteró de los hechos y dijo que ese ambiente no le gustaba porque “había mucha corrupción”.
Ana María Navarro, la abuela de la joven, recordó que un día se cruzó a la mujer de Alperovich en el Aeropuerto de Tucumán, Beatriz Rojkés, y ésta le comentó que su nieta estaba trabajando con ellos y que era “divina”.
“Al día siguiente, me tocó la puerta del departamento y me dijo que se fue del trabajo por abuso sexual de parte de él”, recordó la mujer cuyo marido era una suerte de tío de Alperovich.
Alperovich siguió la declaración por zoom.
Según la abuela, cuando Alperovich vio a su nieta le preguntó a su secretario: “Quién es esa chica”, y ahí es cuando se percató de que era la hija de su primo: “Le dijo a su secretario que él quería llevársela a trabajar con ella, y F. lo vio con muchísimo agrado porque sintió que iba a aprender, estaba contenta”.
Sin embargo, Ana recordó que su nieta a poco de comenzar a trabajar “estaba mal” con un descenso de peso de unos diez kilos, “estaba todo el día trabajando” y que por eso la veían “sin vida”.
Al contarle su nieta que Alperovich había abusado sexualmente de ella, ella dijo haberse sorprendido. “No podía creer que esa persona, que para mi marido él era un hijo más, se haya olvidado que F. era la nieta del hombre que él quería como padre”.
La mujer dijo que su nieta le contó de algunas situaciones de abuso sexual que sufrió por parte de Alperovich en el auto donde se trasladaban en Tucumán, y también de una ocasión en la que viajaron juntos a Puerto Madero.
También recordó que su nieta le dijo que iba a denunciarlo a Alperovich ante la Justicia: “tengo que sacar esta mierda que tengo adentro”, le respondió ella.