Los televidentes están acostumbrados: la polémica en los programas de chimentos y derivados es cosa de todos los días y cuando Marcelo Polino dio inicio al reality Viviendo con las estrellas pudo suponerse que cosas así pasarían, pero la polémica mediática que se encuentra en primer plano en estos días parece ser más real que guionada (tal y como suele suponerse que ocurre) y tiene como protagonista a un actor, director y conductor rosarino que ostenta una amplia carrera tanto a nivel local como en Buenos Aires.
Diego Romero es actor, conductor, director teatral y modelo publicitario, entre otras actividades que lo vinculan con el mundo del espectáculo. Hace algunos meses se presentó a un casting y quedó seleccionado como participante del reality show Viviendo con las estrellas (América, de lunes a viernes, a las 20.30) para acompañar a la capocómica Carmen Barbieri en su estadía en Mar del Plata. Apenas comenzadas las emisiones del programa, los rumores de renuncia de Barbieri comenzaron a correr y Romero quedó en el medio de la contienda. Si bien el objetivo de los “participantes-noteros” del programa era retratar la vida íntima de las estrellas, al actor rosarino le fueron adjudicadas otras actividades y, el pasado lunes, fue eliminado con el 78 por ciento del voto del público en medio de una jornada polémica.
“Quiero decirles a todos que Carmen renunció al reality hace una semana”, sentenció Romero tras la lectura del veredicto en vivo. “Yo quiero saber si eso tiene algo que ver con esto. Hace una semana que no estoy grabando”, continuó con su descargo el actor y conductor, que concluyó de manera un tanto violenta en el estudio.
“La verdad ante todo”, dijo Romero a El Ciudadano y relató lo sucedido: “Cuando me llaman para este programa tenía que ver con entrevistar a estas figuras, sacar notas jugosas, iba a haber un jurado que evaluaría esos informes y al final de la semana iban a quedar nominados los informes de menor contenido. Me parecía interesante convivir con Carmen, estar con ella, hacerle entrevistas, pero de repente todo viró para otro lado. Se corrió para el puterío, para el quilombo, para la cosa más mediática. El primer día de las nominaciones nos dieron un papel a cada uno y nos dijeron que teníamos que nominar a nuestros compañeros ¿De qué estamos hablando? No era el formato que nos habían informado. En ese momento, me puse a pensar qué estaba haciendo realmente ahí. Muchos me preguntan por qué seguí, y a todos les dije que lo hice porque quería ver si podía encontrarle la vuelta de rosca a esa situación, sacar informes interesantes de Carmen al margen de todo tipo de peleas y esa cosa mediática, pero evidentemente, en este tipo de programas, si no hay peleas no garpa”.
“Me fui feliz, hacía semanas que venía aguantándome la presión –continuó–. Veía que me editaban las notas. La semana pasada le había hecho una nota a Ana, la madre de Carmen (con quien también vivia en Mar del Plata). En ese momento le pregunté qué siente por Federico Bal, también por su yerno, por las drogas. Ella, llorando, Carmen emocionada al lado. La editaron toda. Salió Ana diciendo: «Yo por mi nieto doy la vida» y la cortaron ahí. La devolución del jurado fue que tendría que haber explotado más ese momento, pero la nota empezaba ahí; no la pusieron. Fue muy obvio el editado de la nota”, se descargó Romero, quien además aseguró: “Lo que quieren es agarrar a los participantes, darles a diestra y siniestra y de esa manera generar morbo en la gente. Veo eso y en eso no veo nada constructivo. Yo vengo trabajando seriamente hace un montón de años, sin exponerme a estas cosas, pensé que iba a ser diferente”.