A dos años de la presentación de Vuelvo a estar con vos, su último disco, Sandra Mihanovich regresará esta noche a Rosario para, desde las 21.30, mostrarle a sus seguidores de qué trata Atreverse, su nuevo espectáculo donde revisa toda su carrera con refrescantes arreglos y motivaciones artísticas. “Atreverse tiene que ver con que nos atrevamos a hacer lo que nos gusta, a decir lo que sentimos”, contó la afamada cantautora en diálogo con El Ciudadano. La puesta que la define como artista y persona se realizará en El Círculo (Mendoza y Laprida) y las anticipadas pueden adquirirse en la boletería del teatro o a través del sistema Ticketek.
Con una veintena de discos editados y casi cuatro décadas arriba de los escenarios, en esta oportunidad la cantante interpretará temas nuevos y clásicos que son parte de la memoria colectiva de todos los argentinos como “Soy lo que soy”, “Honrar la vida”, “Sin tu amor”, “Todo tiene un lugar” y “Cambio de planes”, entre otros.
“Cuando canto una canción me meto a vivirla desde el lugar de intérprete; si se quiere también a vivirla desde el lugar de la actriz. Me meto en la piel de las canciones y trato de vivirlas como si fuera la primera vez que las canto”, contó sobre el personal vínculo que establece con esos clásicos de todas las épocas.
—¿En qué consiste este “Atreverse”?
—Es un espectáculo nuevo entre comillas pero que tiene canciones seleccionadas de toda mi carrera. Mi último disco Vuelvo a estar con vos (2012) ya lo presenté en Rosario y la idea era volver a tocar. Como no tengo un disco nuevo para mostrar seleccioné algunas canciones para hacer como una recorrida por toda la historia pero con novedades en cuanto a la forma, los arreglos y la estética. Mi propuesta de llamar al espectáculo Atreverse tiene que ver con que nos atrevamos a hacer lo que nos gusta, a decir lo que sentimos.
—Este “Atreverse” ¿pasa por una revolución personal, por asumir los propios deseos?
—Hoy tenemos una sociedad más evolucionada, una Argentina más parecida a la que queríamos tener, con nuestros derechos humanos puestos sobre la mesa, con las diversidades incluidas. Es otro momento de nuestras vidas, de nuestra evolución como sociedad, a pesar de que tenemos mucho por aprender todavía. Sin duda está más cerca de concretarse el sueño personal y que podamos generar una sociedad mejor con las mismas oportunidades para todos. La óptica está cambiando. Siento que estamos mucho mejor y esta propuesta busca que nos atrevamos a estar bien, a disfrutar, a cagarnos de risa, a compartir la música, las canciones, la historia; a abrazarnos, sonreír y agradecer.
—¿En base a qué canciones diagramaste este concepto?
—En Rosario haremos un recital de un par de horas donde trataré de condensar todo lo que pueda. Hay unas cuantas canciones que siempre canto, que no pueden faltar. Lo que trato de generar es un clima distinto con arreglos musicales diferentes. Vamos con una banda de ocho músicos que incluye, entre otros, a mi hermano Vane que además es mi mánager, a Alejandro Devries que es mi director musical, a mi sobrina Sol que forma parte del grupo de coristas, el rosarino Nicolás Sánchez (guitarrista), Natalia Pellegrinet; Juan Losovich en bajo, Ezequiel Díaz en batería. Será un show para emocionarse y disfrutar.
—Con 20 discos y cerca de cuarenta años arriba del escenario, ¿cómo es la relación que establecés con tus clásicos?
—Cuando canto una canción me meto a vivirla desde el lugar de intérprete; a vivirla desde el lugar de la actriz si se quiere también. Me meto en la piel de las canciones y trato de vivirlas como si fuera la primera vez que las canto. Ese “Todo me recuerda a ti” que estoy cantando en un momento es ese preciso momento; en ese instante me está pasando esa canción. Eso de alguna forma me permite cantar clásicos sin aburrirme, sin sentirme saturada, aunque a algunas canciones les voy dando un tiempo de descanso.
—Recientemente participaste del espectáculo central por el 25 de Mayo. ¿Cuál creés que es la responsabilidad que les toca a los artistas en la construcción de identidad y en el fortalecimiento de la memoria?
—Creo que la nuestra es una responsabilidad enorme porque de alguna manera ponemos de manifiesto lo que nos pasa de forma personal pero, a través nuestro, eso tiene una enorme posibilidad de trascendencia. Pienso que hay que ser honesto y decir lo que uno siente. Y en general tenemos que cuidarnos mucho de cada palabra que usamos. No creo en la violencia de ninguna clase, no la justifico de ninguna manera y jamás contribuiría a crear ninguna grieta entre los argentinos. Detesto todo lo que tiene que ver con el “anti algo”. Yo soy a “favor de” muchas cosas y son las que pongo de manifiesto. Si algo no me gusta puedo decir “esto no lo elijo” pero no voy a decir soy “anti River” porque soy de Boca. Yo estuve el 25 de mayo en la Plaza de Mayo y no soy peronista y no soy “K”, no pertenezco a La Cámpora por haber estado allí. Pero tampoco soy “anti K” o “anti peronista”. Me dio mucho placer estar en la Plaza, sumándonos al festejo por nuestro cumpleaños, porque el 25 de mayo es el cumpleaños de los argentinos y yo soy argentina y muy orgullosa y feliz de serlo. Creo que desde ese lugar los artistas tenemos que sumarnos y abrazarnos.
—¿Cómo sigue tu trabajo en tanto nuevas canciones?
—Estoy tratando de empezar a buscar material nuevo, definiendo qué tengo ganas de hacer pero supongo que éste va a ser un año de búsqueda, de armado, de pensado, de trabajo interno. Para 2015 voy a tener definido un material para salir a mostrar.
—La plenitud ¿está arriba del escenario?
—Sin duda. Pero también tiene que ver con una vida de privilegio: con la posibilidad de agradecer, con el hecho de tener una casa agradable donde estar con la gente que amo.
