Por Franco Albornoz – Especial para El Ciudadano (Desde Buenos Aires)
La gimnasta estadounidense Jamie Dantzscher, bronce por equipos en los Juegos de Sydney 2000, permaneció en silencio durante más de 20 años. Su testimonio en febrero de 2017 puso fin a esas décadas de sufrimiento oculto. En un programa de la CBS acusó de abuso sexual a un médico del equipo nacional de su país, junto a otras dos ex deportistas que también denunciaron ser víctimas. A partir de allí fueron cerca de 350 gimnastas las que afirmaron haber sido agredidas sexualmente en los últimos 20 años.
Con niños, niñas, entrenadores y médicos involucrados, muchos escándalos similares conocidos en el último tiempo demostraron que el deporte puede ser un terreno propicio para los abusos sexuales, favorecidos en gran medida por la influencia psicológica ejercida sobre víctimas jóvenes que temen, por encima de todo, que su sueño de triunfar se trunque.
El que tomó nota de la situación que viven muchísimas atletas fue el Comité Olímpico Internacional (COI), que decidió que en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires se lleve adelante el programa Safe Sport (deporte seguro) implementando una trivia para concientizar a las deportistas sobre la problemática.
“El fisioterapeuta de mi equipo me tocó en un lugar que me hizo sentir incómoda. Y me dijo que no le cuente a nadie sobre el examen. ¿Tengo razón en pensar que esto fue inapropiado?”. Con ese planteo comienzan una serie de 10 preguntas que responden miles de atletas que se acercan al espacio de recreación de la Villa Olímpica para participar y llevarse a cambio lentes, pulseras y otros obsequios.
“Aunque las preguntas son muy personales puedo decir que hay respuestas para todos los gustos. El objetivo en sí no es invadir ni presionar a las deportistas sino que al final del evento con los datos de la trivia se puedan elaborar estadísticas más cercanas a la realidad que permitan implementar acciones para evitar estos tipos de acosos”, explicó a El Ciudadano Nicolás Silversth, uno de los voluntarios a cargo del espacio.
“La idea va mucho más allá de situaciones particulares. Está bueno que de chicos puedan conocer que hay cosas que no son normales, que están mal, y de esta manera evitar que se naturalice el acoso. También sirve para conocer qué hacen los deportistas, cómo se manejan en su vida, estudio y en su vida social y deportiva”, agregó.
Por su parte, la psiquiatra Muriel Salmona, especialista en esta materia, estimó que «el deporte es un universo sobre representado en los actos violentos de carácter sexual, porque hay un lazo muy fuerte con los entrenadores, casi de padre”.
«En el deporte se hacen más fácil esos actos. Es muy difícil poder oponerse, y más aun cuando el entrenador tiene una importancia primordial para el equipo. Quienes estamos afuera no dimensionamos la sensaciones que experimentan las atletas», puntualizó.
Una de las tantas deportistas que respondió las preguntas fue una integrante del equipo de esgrima de Colombia, quien se mostró más que conforme con la iniciativa. “Al día de hoy todavía existen situaciones de este tipo. Nunca me pasó, pero existen. Y está buena la idea. También es un llamador para convocar que nos den un presente: fotos, souvenir, lentes o lo que sea. Venimos desde muchas partes del mundo y más allá de perder o ganar los obsequios que nos dan para nosotras es un montón”, expresó.