Con todo el clima dentro y fuera de la cancha, con las intensas lluvias y los nervios, el encuentro en líneas generales fue malo, mal jugado aunque no podía esperarse otra cosa en esta «final» por la permanencia.
El nivel de juego del primer tiempo fue muy pobre porque ninguno de los dos equipos quería arriesgar nada. El miedo al error y pagarlo muy caro le ganaba la lucha al intento de jugar.
Por eso sorprendió que el gol llegara recién sobre el final de la etapa inicial, a los 41 minutos, y fue tras una buena jugada colectiva de Gimnasia, que llegó tocando y tras un buen centro al área desde la derecha, Soldano la dejó servida y apareció Nico Colazo, quien con un zurdazo preciso al ángulo puso el 1-0 y desató la locura tripera en la popular Diego Armando Maradona.
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Antes del descanso, el Lobo tuvo dos situaciones claras para aumentar la ventaja. En una tapó bien el arquero Ibáñez contra el palo y en la otra falló en la definición la ofensiva platense.
En el entretiempo, Damonte metió mano en el equipo con tres cambios buscando cambiarle la cara a un equipo totalmente apático, tanto en lo futbolístico como en lo actitudinal.
La primera «llegada» sabalera fue a los 19 con un centro al área y un remate muy alto del ingresado Moreyra.
Los de Madelón respondieron con una contra pero el arquero Ibáñez se quedó con el mano a mano ante el uruguayo Abaldo y luego lo pudo liquidar por intermedio del juvenil Mammini, pero erró su definición.
En el final, el Sabalero tuvo dos muy claras pero apareció el arquero Nelson Insfrán, por quien el entrenador apostó para este partido, sacándole la titularidad a Tomás Durso y confiando en este formoseño de 28 años, que llevaba casi ocho meses sin ser titular.
Y la jugada le salió bien a Madelón porque el golero se lució con dos tapadas claves: primero ante un remate de Wanchope Ábila abajo y luego un disparo de rebote de Rafael Delgado, que con un manotazo mandó al córner.
Fue victoria 1-0 y salvación para Gimnasia, mientras que la derrota condenó a Colón, que la próxima temporada jugará la Primera Nacional, un torneo que año tras año se torna más difícil por el nivel de juego y la numerosa cantidad de equipos que componen la segunda categoría del fútbol argentino.
