La Asociación de Médicos de la República Argentina (Amra) alertó en un comunicado sobre el posible cierre, tal como se lo conoce, del Policlínico Pami I de Rosario, ubicado en Sarmiento al 300. La preocupación, también expresada esta semana por los empleados y sus sindicatos, surge de versiones sobre una reforma que buscaría su transformación en un hospital de día, sin servicio de internación. Según el gremio profesional, la medida ya fue comunicada a profesionales y pacientes y regirá desde enero.
El texto de Amra señala que las autoridades del Policlínico confirmaron a los profesionales de la salud y a algunos pacientes que «a partir de enero ese espacio pasaría a ser un hospital de baja complejidad y quedarían afuera prestaciones esenciales».
“De concretarse esta reforma del Policlínico, los damnificados directos serán nuevamente los pacientes y el personal, incluido los profesionales. La pregunta, aún sin respuesta, es a quién se beneficia con esta medida: por supuesto, no a los jubilados, a quienes se los continúa tratando como descarte, y desde ya, tampoco se verán beneficiados los trabajadores”, señala el comunicado con la firma del secretario general de Amra, Eduardo Taboada.
«Estamos en alerta porque querrían bajarle la categoría», agregó el dirigente médico en declaraciones radiales. El dirigente advirtió que, si se concreta la transformación, «el personal que está dentro del área de internación quedaría desafectado». Los profesionales, por su parte, podrían ser trasladados al policlínico Pami II, en barrio Arroyito, o a los consultorios externos.
Intentos reiterados

«El establecimiento, que desde hace más de cincuenta años brinda atención a los trabajadores retirados, ya ha sufrido varios intentos de cierre en diversos momentos, con mayor intensidad en los años 90», recordó Taboada. Y completó que esas avanzadas «fueron impedidas por la oposición y la lucha de los jubilados junto a los gremios».
Aunque no fueron explicitadas las razones de la supuesta degradación del Policlínico a Hospital de Día, el referente de Amra consideró «evidente que detrás de estos intentos se ocultan intereses seguramente espurios».
Taboada reclamó que el Ministerio de Salud de Santa Fe y la Secretaría de Salud de Rosario se «sumen a la lucha para sostener el Policlínico Pami I, donde reciben su atención los jubilados».
Trabajadores y jubilados en defensa del Pami

Este miércoles, el Frente de Jubilados en Lucha (Frejel) y la Asamblea de Jubilados de Rosario concentraron frente a la sede de Pami I ante los rumores por la intención de bajarlo de categoría.
«Más que rumores, la baja de categoría de los policlínicos en la práctica es un hecho porque sacaron prestaciones», recalcó María Elena Molina, referente de la Asamblea de Jubilados. Y repasó algunos ejemplos como la suspensión de las operaciones de cataratas y la dilatación de los tratamientos de rehabilitación para pacientes que sufrieron un accidente cerebrovascular (ACV).
Molina agregó a esos desmantelamientos de la atención el recorte en medicamentos. Un retroceso en los derechos a la salud de los jubilados que se registra en todo el país. «Varios jueces, en Mendoza, Tucumán, San Luis, dictaron la restitución del 100% de los remedios, pero no se aplica», señaló.
Un caos institucional
La referente de los jubilados recordó que los directorios de Pami de todo el país están intervenidos y con acusaciones cruzadas entre los propios interventores.
Junto a las organizaciones de jubilados, hicieron visible las intenciones oficiales de desmantelamiento los trabajadores del instituto organizados en ATE Rosario, el sindicato Norte, el Sutepa (Sindicato único de Trabajadores y empleados de Pami) y UTI (Unión de Trabajadores del Pami), entre otros.
Bajo la consigna «No al cierre del Pami», rechazaron las políticas de recortes presupuestarios y también las desactualizaciones salariales de los empleados.