El fin del mundo no fue tal y en Rosario se celebró a lo grande junto al río Paraná. Alrededor de 200 personas se juntaron a meditar en el atardecer de ayer en el Paseo de la Calma, en la avenida Estanislao López, a la altura de los Silos Davis.
El encuentro estuvo organizado por maestros de diversas disciplinas en conjunto con la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario.
Guillermo Urbaneja, quien estuvo al frente de la organización, había anticipado que “lo que marca el calendario maya es un fin de ciclo, pero mucha gente lo relacionó con el fin del mundo”. Así, este encuentro se desarrolló como “una celebración de lo que no pasó”.
En el lugar, instalaron una pantalla, donde once disertantes reconocidos de toda América transmitieron mensajes.