En el marco del megaoperativo realizado ayer para desbaratar a la banda que se dedicaba a robos de distinta índole en Rosario y varias localidades vecinas, un hombre de 40 años murió tras una extraña persecución policial. Se trata de Mauro Martín Zárate y las versiones oficiales fueron dos, en principio contradictorias. En un primer momento, los voceros afirmaron que existió un enfrentamiento con la Policía, aunque más tarde la versión cambió: Zárate perdió la vida cuando una bala policial atravesó el auto en el que escapaba y le dio en la espalda. En la escena del crimen el cuerpo estaba al lado del vehículo junto a un arma que aún no se determinó si fue disparada. Además, quedaron secuestradas las armas de cuatro agentes de Infantería que participaron de la persecución y dos de ellos admitieron haber efectuado disparos. En el mega allanamiento quedaron demoradas 12 personas primero, aunque seis recuperaron la libertad. Entre los acusados está el supuesto cabecilla de la banda, la hermana del Ramón Machuca (el Monchi prófugo en la banda de Los Monos) entre otros.
La muerte
Uno de los trece allanamientos de ayer tenía como objetivo la detención de Zárate en una vivienda ubicada en Riobamba al 6100. El procedimiento se llevó adelante alrededor de las siete y, según la versión oficial, cuando los uniformados llegaron al lugar Zárate se escapó en un auto, lo que dio inicio a una persecución policial a cargo personal de Infantería. A diez cuadras, en Larrea y Ocampo, Zárate cayó muerto por un disparo en la espalda.
Las circunstancias de su muerte fueron, en principio, confusas. Por un lado, las versiones oficiales sostuvieron que existió un tiroteo con la Policía. El fiscal que investiga el homicidio, Rafael Coria, detalló que junto al cuerpo de Zárate se secuestró un arma. “La persecución se inicia en Riobamba al 6100 y termina en Larrea y Ocampo. Un disparo efectuado por personal policial, habría impactado en la parte trasera del auto, en el paragolpe y atravesó los asientos traseros y el del conductor y le da en la espalda. Ahí pierde el control del auto, ahí sale y cae muerto al lado del auto”, sostiene el fiscal.
Coria ordenó el secuestro de las armas de cuatro agentes de Infantería que participaron de la persecución. Dos de ellos admitieron que efectuaron disparos y se les realizará el análisis de dermotest.
Zárate era buscado como uno de los siete miembros de la banda desbaratada ayer. En 2005 cayó preso tras una persecución policial que atravesó la ciudad, desde 9 de julio y Entre Ríos hasta San Juan y Río de Janeiro. En ese entonces tenía 29 años y cayó detenido junto con María del Carmen G., una mujer que hoy tiene cerca de 60 años.
La pareja fue acusada de robar automóviles y en su poder se secuestró un manojo con nueve llaves de vehículos de diferentes marcas, una yuga y cinco tarjetas de distintas agencias de autos, como también un papel que contenía una lista con datos específicos de coches y patentes.
Según una fuente de la investigación, en esos años Zárate robaba autos para el dueño de un conocido desarmadero ubicado en J.B. Justo y Circunvalación.
Años después, en 2010, Zárate resultó herido de varios tiros en avenida Pellegrini y Bolivia.
El operativo
Fuentes policiales indicaron que desde hace varios meses investigaban una banda que se dedicaba a distintos tipos de robos; es decir con modalidad de entradera, levantamiento de autos, y golpes contra comercios. Una investigación de varios fiscales.
Desde enero y diciembre y meses anteriores. El titular de la Policía de Investigaciones Daniel Corbellini detalló que se trata de una banda organizada, que responde a una persona y tiene estamentos y en el tiempo tiene progresos económicos. Si bien en un comienzo hubo doce personas detenidas, con el correr de las horas quedaron sólo seis.
En ese marco la Policía incautó cinco autos con pedido de secuestro activo, cien mil pesos, autopartes, armas de fuego, handys con frecuencia policial y disfraces de policía.
“Dentro de la gama de delitos investigados hay asaltos y también hay entraderas, entidades comerciales, robo automotor. Hay una cadena de situaciones que están develando los fiscales”, sostuvo Corbellini.
El ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, sostuvo que el operativo fue consecuencia del trabajo de diferentes Fiscalías con diferentes investigaciones. “El sistema cruza datos y lo logramos implementar. Desbaratamos esta mega banda que tenía diferentes causas en distintos puntos de Santa Fe. Esto significa prevenir también y plantarse ante el delito”, sostuvo Pullaro.
Los operativos se efectuaron en Rivarola al 7100, Ayacucho al 4000, Pellegrini al 5000, San Jerónimo al 400, Uruguay al 4200, Humberto Primo al 5700, Chacabuco al 2100 de Zavalla, Pueyrrredón entre 25 de mayo y Pacífico Otero (de Villa Gobernador Gálvez) y Crespo al 2300.
Los detenidos
Según la Fiscalía entre los detenidos está el líder de la banda, Mario Antonio Resta, un hombre de más de 50 años que algunos investigadores vincula con viejas bandas de pistoleros. También fue apresada Romina Machuca, hermana del Monchi, Jesús Acosta, Rogelio Sequeiro, que tiene 72 años, Natalia Pieroni y Aldo Vallejos.
El resto de los detenidos fueron fichados y se les formó causa por encubrimiento, quedaron en libertad por no tener antecedentes y no haber prueba para imputación en su contra.
Sólo hechos menores en el haber de la hermana de Monchi Cantero
El 20 de noviembre, unos minutos antes de las 21, el Comando Radioeléctrico detuvo a una mujer que acababa de robar en una casa de celulares de Mendoza al 6000. Ella, según fuentes del caso, había entrado junto a un muchacho al comercio y, mientras intentaba escapar, los vecinos de la zona la retuvieron. Llevaba en un bolso negro una navaja o un cuchillo de 30 centímetros de hoja, 74 pesos en billetes chicos, la tarjeta verde de una moto Honda y una bolsa de nylon negra con 150 pesos adentro. La trasladaron a la comisaría 14º, donde quedó presa, a disposición del Ministerio Público de la Acusación.
Cuando los policías de la seccional de la zona oeste le pidieron que se identifique se debe haber generado un enorme silencio: era Romina Machuca, la hermana de Ramón Machuca, conocido como Monchi Cantero; un hombre que está prófugo de la justicia desde 2013, en el marco de la megacausa Los Monos, acusado de ser uno de los líderes de la banda de barrio La Granada.
El 10 de julio una comitiva de policías llegó hasta una vivienda de Humberto Primo al 5700, donde ella vivía. La dueña del lugar tenía una orden judicial para desalojarla, dado que había probado antes la Justicia que Machuca había usurpado la casa. Pero la hermana de Monchi no se sintió intimidada por el operativo policial y salió del lugar a amenazar a la denunciante, con una pistola calibre 22 en la cintura.
En el proceso legal por este ilícito el juez Javier Beltramone aceptó un acuerdo entre el fiscal Guillermo Apanowicz y el defensor Fausto Yrure, y la condenó a 8 meses en suspenso por el delito de usurpación y portación de arma de uso civil. Dentro del acuerdo se fijaron reglas de conducta que Romina debía cumplir por los siguientes dos años, entre ellas fijar domicilio –que asentó en la misma cuadra de la casa usurpada– y abstenerse de consumir drogas o abusar de bebidas alcohólicas.
Unos meses antes del problema por la casa Romina ya había sido protagonista de una crónica. El 22 de abril al mediodía iba en una moto junto a su pareja, Damián Tacuara Córdoba, cuando empleados municipales intentaron detenerlos, en el marco de un control vehicular de rutina. Tacuara, que tenía problemas con la Justicia y le había retenido su documento, intentó esquivar el operativo y aceleró. Pero solo pudieron recorrer algunos metros, ya que en la esquina de Moreno y San Juan chocaron contra un auto y salieron despedidos. Tacuara murió en el momento, ella solo recibió rasguños.