La llamada testigo clave del crimen de Melina Romero, hallada asesinada el 23 de septiembre en la localidad bonaerense de José León Suárez, aseguró que tras la “fiesta” en la que golpearon y violaron a la víctima le colocaron una bolsa en la cabeza cuando “todavía respiraba” y que, pese a que ella quería llevarla a un hospital, los agresores se negaron. En tanto, la fiscal del caso, María Fernanda Billone, otorgó ayer la libertad por falta de mérito a Javier Rodríguez (de 44 años), alias Pelado, uno de los cuatro hombres que estaban detenidos en el marco de la causa.
En sus últimas dos declaraciones testimoniales del 16 de septiembre y 1º de octubre, a las que tuvo acceso Télam, la testigo clave se rectificó respecto del lugar donde ocurrió la “fiesta” de sexo, alcohol y drogas en la que asesinaron a Melina, y dijo que todo ocurrió en un templo umbanda de un hombre al que conocía por el nombre de César. La chica le dio detalles a la fiscal María Fernanda Billone sobre cómo fue la noche del sábado 23 de agosto pasado, cuando Melina fue a festejar su cumpleaños al boliche Chankanab de San Martín, el último lugar en el que fue vista con vida.
La chica, amiga de Melina, comprometió a los tres detenidos que actualmente tiene la causa: el adolescente de 16 años, Joel Fernández (de 20), alias Chavo o Chavito, y Elías Fernández (de 18).
En tanto que no mencionó a Rodríguez, el hombre que fue excarcelado ayer por falta de mérito. La chica declaró que Elías, Joel, el adolescente y Melina la fueron a buscar a su casa la madrugada del domingo 24 de agosto.
La testigo también mencionó que había otro hombre que ella no conocía y que manejaba un auto grande de color azul. Insistió en que, una semana antes, Joel le venía advirtiendo que estaban planeando “tener una fiesta con Melina y drogarla” y que vio que en el vehículo había pastillas en una botella, marihuana y cocaína.
Aseguró que fueron a un templo umbanda con los mismos jóvenes y que allí estaba un tal César, de 45 años, canoso, a quien conocía como “pai” o “padre del corazón” del menor de los jóvenes y tío de Elías. Relató que en la habitación de ese hombre tomaron alcohol, se drogaron y bailaron y que César “iba y venía” del lugar. Según esta versión, Elías y el chico empezaron a manosear a Melina, pero cuando ésta dijo que se quería ir la retuvieron y César apareció con un arma en la puerta para impedirles el paso.
La joven declaró que Melina esperaba al chico con el que se había besado en la puerta de Chankanab (que aparece en un video del boliche), pero que éste nunca llegó. En determinado momento, según las declaraciones a las que accedió Télam, mientras estaban bailando, los tres jóvenes le sacaron la ropa a Melina, le pegaron y la violaron, mientras ella se resistía a los codazos.
Según la testigo, Elías le limpió la cara a la víctima porque tenía sangre, dejó la prenda al costado y el chico le acercó otra limpia. “Melina no reaccionaba, respiraba lentamente, estaba inconsciente, como agonizando”, aseguró la chica y dijo que ella les pedía a los jóvenes que la llevaran a un hospital porque había quedado tirada en el piso, pero se negaron. En ese momento, contó que se fue a llorar a un patio, luego apareció César y al ver a Melina les dijo: “Ah bueno, parece que la pasaron bien”.
Luego, siempre según la testigo, vio que “César, Elías y el adolescente le estaban atando las manos y los pies (a Melina) con bolsas de supermercado a las que le dicen camiseta, de color blancas”.
“También le pusieron una bolsa en la cabeza por un rato, Melina todavía respiraba”, sostuvo la joven que dijo que intentó escaparse del lugar corriendo, pero Joel la detuvo.
La chica añadió que dos jóvenes y el tal César subieron el cuerpo de Melina al auto, dentro de una bolsa negra de consorcio en la que había piedras, y lo pusieron en el hueco del asiento delantero del acompañante.
Dijo que César fue quien manejó y todos los demás fueron en el asiento trasero y llegaron al arroyo Morón, donde llevaron el cuerpo por un sendero hasta el borde del agua y lo dejaron, según declaró el 1º de octubre último. En otra declaración, la del 16 de septiembre, la testigo había sido más específica: dijo que caminaron dos cuadras, entraron por un alambrado donde hay un cartel de la empresa 3M, y dejaron la bolsa, que rodó hasta la orilla.
Anteriormente, había manifestado que el cuerpo se había tirado desde un puente, pero en estas dos declaraciones dijo que ella fue quien se quedó allí y los demás fueron a deshacerse del cadáver. Otra contradicción en las dos últimas testimoniales es que la llamada testigo clave primero había dicho que la “fiesta” había ocurrido en la casa del menor, pero ahora manifestó que ocurrió en el templo umbanda de César.
De hecho, le mostraron un video de la casa del adolescente de 16 años, a quien anteayer le confirmaron la prisión preventiva, y aclaró que si bien conocía esa casa porque había ido de chica allí no habían atacado a Melina.
Amplían dos indagatorias
La fiscal María Fernanda Billone ampliará hoy la declaración indagatoria a dos de los detenidos por el crimen de la adolescente Melina Romero, luego de que apareciera otro lugar como posible escena del homicidio, informaron fuentes ligadas a la causa.
Alrededor de las 9, la fiscal tiene previsto escuchar nuevamente a Joel Fernández, de 20 años, alias Chavo o Chavito, y a Elías Fernández (de 18), ambos acusados del delito de “homicidio doblemente calificado”, aseguró ayer el abogado de la familia de la víctima, Marcelo Biondi.
La ampliación de las indagatorias se ordenó luego de que la “testigo clave” de la causa se rectificara días atrás sobre el supuesto lugar donde se realizó la “fiesta” en la que fue asesinada Melina. En sus últimas dos declaraciones realizadas ante la fiscal Billone, la chica dijo que los hechos ocurrieron en un templo umbanda donde vive un tal César y no en la casa del adolescente de 16 años detenido en la causa, como había manifestado al principio.
Como la fiscal basa su acusación en los dichos de esa testigo, debe indagar a los detenidos por los nuevos hechos tal como los señaló la adolescente, explicaron voceros del caso.