La jueza penal de Casilda Mariel Minetti resolvió ayer dictar el sobreseimiento de las cuatro personas imputadas por la presunta desaparición de los dos mellizos de Zavalla por no contar con las pruebas suficientes para acreditar culpabilidad. Previo a la decisión, la magistrada ya había levantado la prisión domiciliaria preventiva que pesaba sobre las parejas acusadas y les había restituido tanto los pasaportes, para poder volver a salir del país, como la fianza depositada oportunamente. Por su parte, Liliana Montenegro, la demandante y querellante en la causa, anticipó que apelará la resolución. En tanto el intendente de Zavalla, José Mujica, dijo estar satisfecho por la resolución y lamentó: “El daño que se hizo es irreparable”. Mujica ratificó que LIliana Montengro mintió todo el tiempo y admitió que él mismo fue engañado en un principio. “Por eso accedimos a hacerle una piecita en la casa para cuando nacieran los bebés. Cuando nos percatamos del engaño hicimos la denuncia”.
De acuerdo al texto al que accedió este diario, la jueza resolvió ayer por la mañana sobreseer a las hermanas Mariana y Andrea N. y a sus respectivas parejas, Luis J. y Germán S., apoyándose sobre el principio in dubio pro reo, que indica que en caso de duda la Justicia debe pronunciarse a favor del imputado, en cualquier grado e instancia del proceso, ya que “la culpabilidad debe ser demostrada por el acusador”. De este modo, considera que “la exigencia de certeza negativa debe asimilarse a la falta total de prueba positiva de responsabilidad penal”.
La jueza Minetti analizó la petición formulada por la defensa, a la que se oponen tanto el Ministerio Público de la Acusación como la querellante, a fin de respetar los principios de inmediación y contracción, resolviendo de acuerdo a las argumentaciones vertidas por las partes en las múltiples audiencias. En ese sentido, el dictado del auto de sobreseimiento en favor de las parejas imputadas se da ante la existencia de “certeza razonable, en su variante negativa, de que tal hecho delictivo no existió” y como consecuencia de que “nada de lo por ella (por Montenegro) afirmado encuentra sustento en elementos objetivos que lo avalen”.
Además, señala que los informes elaborados por especialistas rosarinos, en primera instancia, y por la junta médica de Córdoba, posteriormente, “lucen concluyentes y definitivos sobre la inexistencia del embarazo y posterior parto invocados por la denunciante”.
Finalmente, Minetti dedica unas líneas a los cuestionamientos de la Fiscalía que el pasado lunes consideró, en diálogo con este medio, que sería prematuro sobreseer a las cuatro personas imputadas a cuatro meses de haberse iniciado la causa por entender que aún restan medidas investigativas pendientes.
“No quieren la verdad”
“No sé cómo explicar qué es lo que siento. Lo único que tengo en el mundo son mis hijos. Siento indignación, que esta gente juegue con los sentimientos porque mis hijos son un negocio para ellos. No tienen corazón. Pero confío en que alguien, en algún momento, se va a pisar. Yo, por mi parte, voy a luchar hasta el final”. Entre lamentos, Liliana Montenegro habló de la determinación de la jueza Mariel Minetti dejando en claro que la semana que viene presentará, producto de que es querellante en la causa, un recurso de apelación.
Es que, según sostuvo, “hay alguien que no quiere que se sepa la verdad” y que detrás de la decisión de la magistrada “hay mucha plata” aportada por una organización abocada al tráfico de bebés. Además, cuestionó la labor de las fiscales por haber citado sólo un testigo de su parte.
“Es injusto. Desde el momento en que nombré a Dante Binner todo se puso en mi contra. El médico que había confirmado el embarazo después salió a negar todo. No sé cuánta plata le habrán pagado. El perjudicado siempre es el pobre, el que tiene plata hace lo que quiere. Como yo soy una pobre desgraciada me hacen lo que quieren. Estoy segura de que toda la gente que me está haciendo mal va a terminar peor”, sentenció la denunciante.
