Cuenta la historia que tras tres siglos de presencia expoliadora de España en el continente americano, finalmente en 1810 la Argentina pudo comenzar a cimentar un sentido de Nación. Al cumplirse 200 años de aquella gesta política, el país está inmerso en una serie de celebraciones y conmemoraciones. El Festival Internacional de Cine Independiente de Mar del Plata (Marfici) ayudará a potenciar la memoria a partir de una sección especial.
Cine del Bicentenario, memorias de un futuro común, es el nombre de esta sección que estará programada por el especialista Alejandro Ferrari. “Creemos que la memoria no significa complacencia, ni el recuerdo complicidad. La memoria viva nos ayuda a recordar los pasos que hemos recorrido como naciones y como continente, buscando aciertos y reconociendo errores. Sin anacronismos”, explica Ferrari sobre las motivaciones para seleccionar una serie de películas unidas por un mismo criterio.
La selección incluye miradas sobre próceres latinoamericanos como San Martín, Bolívar y O’Higgins. Además de otras sobre temas como la migración mexicana en Estados Unidos y el conflicto entre las culturas originarias y el presente occidental. La sección se completa con dos cortos que recuerdan aspectos de la presencia española en el espacio y la evocación del primer grito libertario boliviano.
Los films que se verán en la sección son los siguientes: El exilio de San Martín. Una historia de ausencia (Argentina / 2005), de Alejandro Areal Vélez; con Alfredo Alcón (voz de San Martín), Alberto Ivern y Paula Petrolito. El relato se inicia en 1824, cuando San Martín parte con su pequeña hija Merceditas hacia un destino incierto. Para ese entonces, el victorioso Ejército de los Andes ha vencido a las fuerzas españolas, llevando la libertad a tres países: la Argentina, Chile y Perú. Su creador y jefe deja al Ejército y emprende un exilio voluntario hacia Europa, de donde siempre dice querer retornar. Aunque no lo sabe, ésta será su partida definitiva de la tierra argentina, que no volverá a pisar en los veintiséis años que le quedan de vida. Comenzó así su interminable exilio por Francia, Bélgica e Inglaterra.
Bolívar, sinfonía tropical (Venezuela / 1980), de Diego Rísquez y un elenco que integran Temístocles López, Diego Rísquez, Carlos Castillo y María Adelina Vera. Se trata de episodios tomados de la historia oficial de Venezuela; cuadros vivos de la iconografía patriótica según pinturas de Tito Salas, Centeno Vallenilla, Juan Lovera, Martín Tovar y Tovar, Cristóbal Rojas y Arturo Michelena; representaciones de la gesta independentista ubicadas geográficamente: Pilar en el Orinoco, Urdaneta en Sinamaica, Sucre a la Orilla del Caribe, Arismendi en Margarita, y Páez en el llano.
O’Higgins, vivir para merecer su nombre (Chile / 2007), de Ricardo Larrain. Con Julio Milostich, Héctor Noguera y Benjamín Vicuña, este film forma parte de la serie Héroes que produjo Canal 13 de Chile siendo un verdadero suceso en la nación trasandina. Se centra en la vida de Bernardo O’Higgins, especialmente entre 1818-1823 y su posterior exilio en el Perú. Muestra la faceta humana del prócer, sus conflictos políticos y la complejidad del movimiento de independencia en los años que fue director supremo del Chile naciente. En su primera emisión en prime time obtuvo un rating altísimo. Se distribuye a través del sistema educativo trasandino, siendo uno de los films más vistos en la historia chilena.
El regalo de la Pachamama (Bolivia-Japón-USA / 2008), de Toshifumi Matsushita, con Christian Huaygua, Luis Mamani y Faniy Mosques. Bajo el escenario del Salar de Uyuni, El regalo de la Pachamama se presenta como un docudrama espiritual en el paisaje impresionante de los Andes bolivianos. Kunturi es un muchacho de 13 años que vive una existencia tradicional hasta que su abuela muere y su padre lo lleva en su primera caravana de llamas. Durante tres meses Kunturi viaja por la Ruta de la Sal, intercambiando bloques de sal por productos andinos. En su destino final, la vida de Kunturi cambia para siempre cuando conoce a la bella Ulala.
El muro y el desierto: migración en la frontera México-Estados Unidos (México / 2009), de Pablo Gleason. La frontera de México con Estados Unidos es un espacio de acumulación, arena, chatarra, gente, injusticias. Es un espacio de asimetría económica, política, militar. México es ya un corredor migratorio y Estados Unidos es un objetivo común de la gente pobre de México, Centroamérica, Sudamérica y el Caribe. El muro en la frontera es un filtro que selecciona la mano de obra que Estados Unidos quiere que llegue a trabajar a su país; los efectos que ocasiona este muro, en términos sociales, de conducta y emocionales son aprovechados para adoctrinar y amaestrar a los trabajadores que al cruzar la frontera serán explotados intensamente y aprovechados hasta ya no serle útil a la potencia económica más importante de este siglo.
25 de mayo (Bolivia / 2009), de Humberto Mancilla. El film es la puesta en escena de jóvenes actores que no están dispuestos a olvidar la historia del primer grito libertario y son quienes, en los mismos días, como señalan los historiadores de esta fecha, salen a protagonizar por los mismos lugares de la ciudad de Sucre, la revuelta de los doctores de Charcas como se vivió hace 200 años.
Una bahía a defender (Uruguay / 2009), de Alejandro Ferrari. La Corona española, en pleno auge de su dominación en América, buscó diversas maneras de defender su dominio de ultramar ante la amenaza de otras potencias extranjeras. Junto a La Flota que surcaba los mares fue fortificando los principales puertos del Nuevo Mundo (Veracruz, Puerto Rico, Santo Domingo, La Habana, Cartagena de Indias, Panamá, Montevideo). Maldonado y Punta del Este con su bahía y su puerto con su importancia geopolítica fueron escenario, en las postrimerías del dominio español, de esta obra de ingeniería ligada a la defensa militar.