El ciudadano colombiano fue engañado cuando estaba jugando en el casino del hotel Hyatt de la capital mendocina, y fue sorprendido por un sujeto que «se hizo su amigo» y luego de varias rondas de tragos lo invitó a conocer su casa, en el parque General San Martín.
El turista fue con el sujeto en un taxi hasta la dirección que su «amigo» le indicó, pero allí se encontró, en plena calle, con los tres asaltantes armados, que lo golpearon y le sacaron todo el dinero que tenía.
Como consecuencia de la agresión, el hombre quedó internado en el hospital Lagomaggiore de esta ciudad, de acuerdo con lo indicado por el diario Uno.
El ciudadano colombiano, de 44 años, de quien no trascendió su identidad, había llegado en la noche del martes pasado hasta el casino del lujoso hotel ubicado en Sarmiento y 25 de Mayo, y luego de cambiar dinero por algunas fichas comenzó a apostar.
Tocado por la fortuna, el hombre comenzó a ganar, y en ese marco «se hizo amigo» de un joven que más tarde compartió con él algunos tragos.
Según lo que contó a la Policía el propio turista, cerca de las 2:00 de la madrugada, quiso retirarse del casino y ahí fue cuando su amigo lo invitó a que siguieran brindando en su casa del parque General San Martín.
De acuerdo con lo señalado, el turista aceptó y ambos salieron caminando por la calle Espejo, hasta que en la cuadra ubicada entre España y 9 de Julio abordaron un taxi, a cuyo chofer el joven local le indicó que los llevara hasta la Escuela Hogar Eva
Perón.
Allí los dos pasajeros descendieron, el turista pagó y el taxista se alejó: «en ese momento aparecieron en escena tres delincuentes armados que se abalanzaron sobre ellos pidiéndoles todo lo de valor que tuvieran», se señaló.
Aparentemente el turista colombiano intentó resistirse y uno de los ladrones le dio un fuerte golpe en la cabeza que lo tumbó al piso y lo dejó semiinconsciente.
Desde ese lugar el turista vio cómo los delincuentes le sacaban la billetera con 600 pesos y toda su documentación; en ese momento, también desapareció su nuevo amigo, al que no le robaron nada.