En medio de la crisis económica que atraviesa a todo el país desde comienzo de año, el Aglomerado Gran Rosario (AGR) mostró (paradójicamente) una merma en la cantidad de personas que buscan trabajo (teniendo uno o no). Esto se tradujo en una baja de la Población Económicamente Activa (PEA) y eso a su vez desencadenó en una caída en los niveles de desempleo. Se estima que hubo menos gente buscando empleo por la falta de oportunidades que está ofreciendo el mercado laboral.
La Fundación Banco Municipal (FBM) elaboró un informe clarificando esta situación y explicaron: “Aunque el mercado laboral del Gran Rosario no muestra un aumento del desempleo, esto no refleja una fortaleza en comparación con el nivel nacional. Esta situación se debe a una retracción de la fuerza laboral provocada por las escasas oportunidades que ofrece el mercado. La disminución de la oferta laboral, junto con los bajos salarios, especialmente en empleos de menor calidad, aumentó el porcentaje de trabajadores que están por debajo de la línea de pobreza”
Según el estudio, la población económicamente activa en el Aglomerado Gran Rosario (AGR) se contrajo 4,1% interanual en el primer trimestre de 2024. Después de cuatro años consecutivos de valores récord, retrocedió a un nivel similar al de 2021. La cantidad de ocupados (620 mil personas) dejó de ser la más alta de los últimos años, cayendo 1,7% interanual. Sin embargo, el número de desocupados alcanzó el mínimo de los últimos siete años, ubicándose en 37 mil personas.
Pero el documento aclara que esta reducción de desempleo no se debió a un aumento del empleo, como en años anteriores, sino a una disminución en la cantidad de personas que están empleadas y buscan trabajo activamente, es decir, la oferta laboral. “Es probable que el desaliento por condiciones desfavorables y la percepción de pocas oportunidades laborales, junto con la incertidumbre económica, hayan hecho que algunas personas optaran por no participar momentáneamente en el mercado laboral”, señalaron en el escrito.
A diferencia de los 31 Aglomerados Urbanos (31AU), en Gran Rosario se verificó un efecto desaliento al igual que en otros aglomerados como CABA2 , Gran San Juan, Corrientes, Comodoro Rivadavia, Río Cuarto, entre otros. En los demás aglomerados, que representan alrededor de dos tercios del total, se sumaron más personas al mercado laboral, destacándose la expansión en el Conurbano (partidos del GBA), posiblemente con el objetivo de recomponer el ingreso familiar erosionado por la inflación de los últimos años.
Desde FBM señalaron que por el momento se desconoce la composición en la caída de la PEA, aunque recordaron que en el cuarto trimestre de 2023, mostró una marcada disminución en hombres y un leve aumento en mujeres, además de una reducción en la cantidad de jóvenes (de 14 a 29 años) de ambos sexos. Este fenómeno respecto a los jóvenes también se registró en el pasado: en el 4T2017 y 4T2019, tanto hombres como mujeres hasta 29 años explicaron la caída de la oferta laboral.
Qué pasa con los ingresos
Los ingresos en el aglomerado perdieron, en promedio, un cuarto de su poder adquisitivo en el último trimestre del año pasado respecto a 2017 y las remuneraciones de cuentapropistas y asalariados informales en términos reales llegaron al nivel más bajo de los últimos seis años. El Índice de Salarios -que incluye al sector registrado público y privado, y al privado no registrado- muestra que en el primer trimestre de 2024 acumuló una suba de 45,5%, mientras que la inflación en igual periodo ascendió a 51,6%.
Por las bajas remuneraciones ha crecido el número de ocupados por debajo de la línea de pobreza, es decir, que integran hogares que no logran adquirir la canasta básica total. Los datos indican que la tasa de pobreza para la población y el total de ocupados aumentó hasta el último trimestre de 2020 y aunque se contrajo en los años siguientes debido al rebote de la actividad económica pospandemia, volvió a crecer en 2023.
Este mayor porcentaje de ocupados pobres, que se ubica al nivel de 2020 y en los valores más altos de los últimos seis años, se explica por el aumento en la tasa de pobreza de cuentapropistas y asalariados informales, que en su conjunto representan 44% del total de ocupados.
Se observa un deterioro en los niveles de vida de los ocupados en los empleos de menor calidad -muchos de los cuales probablemente se sumaron al mercado laboral en los últimos años para complementar ingresos-, a la par de que la fuerza laboral comienza a contraerse. De hecho, el porcentaje de ocupados cuentapropistas o en empleos informales en el último trimestre de 2023 fue bajo en comparación con el resto de los años (44% vs. 48% promedio), lo cual da cuenta en parte del efecto desaliento.