Las exportaciones informadas por el Indec fueron sobreestimadas en unos 5.000 millones de dólares por año en 2013 y 2014, y continúan siendo infladas en 2015. Pero los dividendos que las empresas tienen pendientes para girar al exterior son muy inferiores a los 10.000 millones de dólares que estiman algunas fuentes, de donde los temores por la situación externa son excesivos. Así lo señala un informe de Merrill Lynch elaborado por el economista Marcos Buscaglia bajo el título “Argentina: la verdad sobre las cuentas externas”.
Utilizando distintas fuentes de datos, como la Base Usuaria (que refleja las transacciones de comercio exterior efectivamente realizadas), el Origen Provincial de las Exportaciones y la evolución de la recaudación, el trabajo concluye que las exportaciones reales fueron inferiores en 5.900 millones de dólares a las informadas por el Indec en 2013. La diferencia para el año pasado se estima en 5.500 millones de dólares.
De esta forma, se calcula que el déficit de la cuenta corriente no es del 1 por ciento como informaron las autoridades nacionales, sino de 1,9 por ciento, cifra que de todas formas es inferior al 3 por ciento promedio de América latina. Se advierte que este desequilibrio sería mayor si el gobierno no impusiera controles a las importaciones.
Atrapados
Pero el informe afirma: “Los dividendos atrapados son menores que los que usted piensa”. Algunas publicaciones señalaron que la suma de utilidades que las compañías tienen pendientes para enviar al exterior suman más de 10.000 millones de dólares, cifra que la consultora Merrill Lynch calcula en menos de la mitad: cerca de 4.600 millones de dólares.
Si bien el estudio reconoce que el cálculo no es simple, se llega a esta cifra tomando en cuenta distintas consideraciones. Una es que parte de las utilidades ya pudieron haber sido remitidas a través del mercado blue de cambios. Otra es que una porción de estas utilidades fue invertidas, en activos no líquidos, como inmuebles (de hecho, si bien el informe no lo menciona, es sabido que distintas compañías multinacionales, entre ellas bancos, estuvieron comprando propiedades).
Otra cuestión importante es que YPF, tras su nacionalización, ha dejado de remitir dividendos al exterior. El trabajo concluye que esta decisión de la principal petrolera del país supone un monto de alrededor de 1.100 millones de dólares anuales.
En conclusión, el informe señala que en la medida que los dividendos que las compañías tienen pendientes de giro al exterior son menores que los estimados por otras fuentes, y que en parte se encuentran invertidos en activos no líquidos, “la presiones potenciales sobre el peso son exageradas”.