La canciller alemana, Angela Merkel, reiteró ayer su oposición a nuevos programas de estímulo para reactivar la economía mundial, al considerar que se trataba de “una mala idea”. Por otra parte, Merkel estimó que la situación que atraviesa la zona euro “no es una crisis del euro” sino “una crisis de la deuda”, que hay que combatir de raíz restableciendo el orden en las finanzas públicas y en la economía de los países afectados. En tanto, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, afirmó ayer que “los problemas de Europa (no eran) la causa de los problemas de Estados Unidos”, a pesar de que el presidente norteamericano Barack Obama “opine lo contrario”. El pasado lunes, el presidente estadounidense, hizo declaraciones que lo mostraron cada vez más irritado ante los retrasos de los europeos en resolver sus problemas de deudas.
Merkel reiteró ayer su oposición a nuevos programas de estímulo para reactivar la economía mundial, al considerar que se trataba de “una mala idea”. En respuesta a Estados Unidos, que exhortó varias veces a los europeos a reactivar su economía, la canciller dijo que la situación que atraviesa la zona euro no es una crisis de la moneda sino que tiene que ver con la deuda y con las cuentas públicas de los países afectados. El pasado lunes, Obama instó a los europeos a resolver rápidamente los conflictos económicos sin llegar a ajustes extremos, esto es, ayudando y otorgándoles dinero a los países en problemas.
Por su parte, el ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schauble calificó de “idea estúpida” y “sin sentido” la hipótesis de aumentar el volumen del fondo de emergencia de la zona euro Fesf.
“Si aumentamos el volumen, y no comprendo cómo alguien enla Comisión(europea) puede tener una idea tan estúpida, el resultado sería que los Estados miembro pondrían en riesgo su calificación AAA; eso no funciona, no tiene sentido”, dijo el ministro.
Hoy, los diputados alemanes se pronuncian sobre este fondo de emergencia (Fesf), un voto percibido como una prueba crucial sobre el compromiso de Alemania ante Europa.
El Fesf está dotado de una capacidad efectiva de préstamos de 440.000 millones de euros, pero ante la crisis algunas voces piden ya que sus capacidades sean aún más ampliadas. Este fondo ya ayudó a Portugal e Irlanda. Grecia se benefició antes de un dispositivo distinto.
Para que sea adoptado el Fesf, se necesita la ratificación de los 17 miembros de la zona euro, un proceso que los dirigentes europeos esperan terminar a mediados de octubre. Pero es la ratificación de Alemania –primera economía europea, que aportará al fondo 200.000 millones de euros, más que cualquier otro país– la que debe darle su impulso definitivo, todo ello ante la mirada ansiosa de los mercados.
Estados Unidos llamó varias veces a los europeos a reactivar su economía inyectando dinero, pero Alemania se opone fuertemente, al considerar más importante reequilibrar las finanzas públicas, es decir, que los países en crisis hagan más recortes en gastos sociales.