El diario alemán Bild publicó ayer que la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) dispone de un programa con el que controla las comunicaciones de la líder alemana Angela Merkel y hasta tiene su “huella dactilar electrónica”.
La noticia cayó como baldazo de agua helada luego de que el propio presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama, enviara mensajes destinados a tranquilizar a ciudadanos y a jefes de Estado y de gobierno aliados que fueron victimas del espionaje masivo. Incluso, el sábado pasado, había prometido en el programa de noticias alemán Heute Journal que la NSA no volvería a escuchar el móvil de la canciller alemana mientras él fuera presidente.
El Bild, el diario de mayor tirada diaria en Europa y el tercero en el mundo, sugirió que Obama podría no haber dicho la verdad. Según el rotativo, la NSA habría dejado de escuchar el móvil de la canciller, pero la Agencia dispone de un sofisticado programa de vigilancia con el que controla todas las comunicaciones electrónicas de Merkel con sus asesores.
El programa se llama “Huella dactilar de comunicaciones” y es capaz de valorar y analizar llamadas telefónicas y el correo electrónico de Merkel. La información que recoge la NSA es enviada directamente al despacho oval, según publicó el Bild, que dijo haber obtenido la información de agentes anónimos de la NSA.
“Para elaborar esta huella dactilar electrónica se coleccionan números de teléfonos y direcciones electrónicas con las cuales un jefe de gobierno se comunica”, señaló un agente de la NSA al Bild. “Luego se observa con quién ese número o dirección se comunica. De esta forma se producen «muestras de comunicación» a las que podemos recurrir en cualquier momento”, añadió.
“En vísperas de una cumbre del G-8 podemos vigilar, por ejemplo, todas las comunicaciones que realizan los miembros importantes de una delegación”, agregó la fuente, al parecer otro espía que al estilo de Edward Snowden, pero de forma anónima, no tiene empacho en revelar detalles del Gran Hermano que evidencian un súperpoderío imperial.
Obama presentó el viernes pasado un plan para evitar espionajes masivos pero destacó que los servicios secretos seguirán recopilando datos y recordó que las capacidades de su país en materia de espionaje son superiores a las del resto de las naciones.