Alemania rechazó ayer, en una cumbre conjunta con Italia y Francia, llamados a un mayor papel del Banco Central Europeo (BCE) para afrontar la crisis de deuda de la zona euro y desestimó por completo la posibilidad emisión de eurobonos, lo que agitó a los mercados internacionales. Por otro lado, la canciller alemana, Angela Merkel, logró el apoyo de las otras dos potencias para modificar los tratados dela Unión Europea(UE) a fin de coordinar mejor las políticas económicas del bloque para lograr una “unión fiscal” que castigue a los países que no cumplan con el control de déficits. Así, Merkel logró doblegar una vez más la voluntad del presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien apoyaba una mayor intervención del BCE.
Merkel –junto con Sarkozy y al nuevo primer ministro italiano, Mario Monti– explicó ayer que “para conseguir una moneda común, estable y que cuente con la confianza de todo el mundo, el camino es lograr una unión fiscal con más integración política”. Además, los tres líderes acordaron presentar una iniciativa de modificación de los Tratados dela UEpara el próximo 9 de diciembre.
Alemania, la mayor economía europea y principal financista de los países del euro que recibieron rescates financieros (Grecia, Irlanda y Portugal), ya se había manifestado contra permitir que el BCE use su poder para contener la crisis de deuda, que en los últimos días amenazó con extenderse a naciones más grandes, como Italia.
En lugar de apelar a la capacidad de emisión monetaria del BCE, los gobernantes de las tres mayores economías del euro, reunidos durante una hora y media en la ciudad francesa de Estrasburgo, acordaron seguir la propuesta de Merkel. La decisión reflejó una vez más el papel de liderazgo asumido por Alemania desde el inicio de la crisis.