Confirmada la dura noticia de la baja del brasileño Neymar, la Copa América Brasil ofrece al rosarino Lionel Messi como la única estrella indiscutida de la competencia, condición que confirma por currículum y ratifica por presente tras el cierre de la temporada en Europa.
En todos los demás casos, los líderes futbolísticos de las otras selecciones fuertes desembarcan en el torneo continental con una actualidad que plantea interrogantes sobre sus rendimientos.
Luis Suárez, goleador de Uruguay; Arturo Vidal, símbolo del bicampeón Chile; Roberto Firmino, delantero brasileño ganador de la Liga de Campeones con Liverpool y James Rodríguez, emblema de Colombia, quedan comprendidos en ese grupo.
Lo ha dicho de todas las formas: Messi quiere ser campeón con la camiseta argentina y esta Copa América, que a priori no tiene un favorito unánime, puede cumplirle su deseo con un equipo que puso en marcha el recambio generacional de los campeones olímpicos en Pekín 2008.
“No somos candidatos”, afirmó el astro de Barcelona para quitarle presión al nuevo seleccionado, aunque en rigor, todo equipo que contenga un jugador de su clase cuenta con un handicap al momento de trazar sus objetivos.
De todos modos, si Argentina sustenta su ilusión en Messi no lo hace por mera portación de apellido sino por una actualidad que invita a creer en la influencia positiva del rosarino.
Messi llega de adjudicarse por sexta vez la “Bota de Oro” al máximo anotador de ligas europeas con 36 tantos en sus 34 partidos disputados por la Liga de España que consagró campeón a Barcelona.
También fue primer goleador de la Liga de Campeones de Europa con doce conquistas, un paliativo para la frustración que representó la eliminación ante Liverpool en semifinales.
Con esas cartas se presentará en Brasil, esperanzado en alzar la copa el 7 de julio en el Maracaná, después de cuatro subcampeonatos con la Selección (Copa América 2007, 2015 y 2016 y Mundial 2014).
El uruguayo Suárez, su amigo y compañero en Barcelona, conoce la gloria continental, pues ganó la edición organizada en Argentina en 2011, pero acudirá a Brasil con un paso reciente por el quirófano debido a un viejo problema de menisco en su rodilla derecha.
Esa intervención, que tuvo una recuperación apurada por la inminencia del torneo sudamericano, pone en suspenso su rendimiento tras una temporada en la que anotó la nada despreciable cifra de 21 tantos en la Liga de España.
El Pistolero de Salto jugó su último partido en Barcelona el 7 de mayo el día de la dura derrota en Anfield y exactamente un mes después reapareció con 30 minutos de fútbol y un gol en el amistoso de Uruguay ante Panamá en Montevideo.
Por su parte, Vidal, futbolista clave para el bicampeonato chileno en 2015 y 2016, tuvo una temporada irregular en Barcelona, con un rendimiento que no fue malo pero tampoco destacado, aunque en el final término destacándose por su entrega en la cancha.
El “Rey Arturo” comenzó su primer año en el club catalán como habitual suplente y recién en 2019 frecuentó más la titularidad, pero sin la importancia que sí tuvo en sus dos clubes anteriores: Juventus y Bayern Múnich.
Esta Copa América puede significar su relanzamiento, como también la consagración para el brasileño Firmino, llamado a ser el líder del Scratch en ausencia del lesionado Neymar.
El jugador de Liverpool, autor de 16 tantos en la última campaña, es acaso la figura más resonante de un seleccionado brasileño que enfrenta el desafío de volver a jugar una competencia oficial ante su público después de la enorme frustración en el Mundial 2014, marcada por la catastrófica goleada que le aplicó Alemania (7-1) en semifinales.
También buscará armar una buena sociedad con Philippe Coutinho, compañero de Messi y Suárez en Barcelona, que viene de una floja temporada en Europa, ya que las lesiones le impidieron jugar seguido, especialmente a mediados de temporada.
Finalmente, James Rodríguez deberá demostrar si es capaz de recuperar su nivel en la Selección Colombia después de sufrir siete lesiones desde su incorporación al Bayern Múnich hace dos años.
El ex Banfield estuvo inactivo durante todo mayo, reapareció en los dos últimos amistosos del conjunto cafetero y no juega un partido completo desde el 30 de marzo pasado en la Bundesliga.
Algunos otros nombres que pueden robarse las miradas en el certamen que comienza mañana son el paraguayo Miguel Almirón (ex Lanús, campeón con el Atlanta United que dirigía Gerardo Martino y actualmente en Newcastle de Inglaterra), el venezolano Josef Martínez (goleador y compañero ideal de Almirón en el Atlanta del Tata), el peruano Paolo Guerrero (emblema y máximo anotador del seleccionado incaico).
La pelota comenzará a rodar este viernes, se acabarán las palabras y será momento de la verdad. De que todo lo hablado en la previa se muestre dentro del campo de juego, con la ilusión de que Lionel Messi puede, de una vez por todas, consagrar su ciclo en el seleccionado argentino de mayores con un título. Como su trayectoria, lo amerita.