“Esto es para meterle fichas a la gente y que después la pelea sea entre nosotros, trabajadores contra trabajadores”, se indignó el secretario Gremial del Sindicato de Trabajadores Judiciales de Santa Fe, Jorge Perlo. El dirigente sindical arremetió así contra las expresiones del presidente Mauricio Macri acerca de la “necesidad de terminar con los privilegios” para referirse directamente a sectores de trabajadores. Según publicó el diario La Nación citando a fuentes oficiales, la declaración confirma la idea del gobierno nacional de modificar regímenes laborales y jubilatorios de docentes, cuerpo diplomático y judiciales. Ante ello, desde el gremio judicial de la provincia recordaron que no tienen régimen especial y repudiaron que se trate a los empleados del sector como privilegiados: “Son derechos adquiridos”.
“El ataque directo que hizo Macri contra los trabajadores judiciales demuestra su desconocimiento e ignorancia hacia el funcionamiento interno del Poder Judicial”, retrucaron desde Sitraju Santa Fe, en una declaración compartida por gremios de otras provincias.
El jefe del Estado había sostenido en la inauguración de una nueva estación de subtes de Capital y después en Córdoba que “todos los argentinos” deben trabajar “la misma cantidad de horas, la misma cantidad de días, la misma cantidad de años”.
Pero las declaraciones fueron tomadas con reserva tanto en la red de subte porteña, cuyos trabajadores cumplen sus jornadas bajo tierra y tras una larga pelea recuperaron en 2004 las seis horas, como en Miramar, zona que tuvo su mayor auge con el turismo sindical en la mitad del siglo pasado. Los judiciales, en tanto, volvieron a ponerse en guardia por la directa referencia que Macri había pronunciado respecto de ellos en octubre pasado: ‘Tienen vacaciones de 45 días y trabajan hasta las 13.30”.
Perlo marcó que, ante la posibilidad de una nueva ofensiva, el gremio, que representa a unos 2 mil trabajadores de la Justicia provincial, se encuentra en estado de alerta. Y aclaró que los judiciales se retiran, como millones de trabajadores en blanco, con 30 años de aportes y 65 años de edad, e incluso muchos optan por trabajar más para jubilarse con el 82% móvil, que además de la edad requiere 35 años de aportes.
También negó que su jornada termine después de mediodía en “juzgados que están abarrotados” de causas: “Muchos se quedan en horario corrido y otros vuelven a la tarde”. Pero el mayor hincapié lo puso en descubrir la intención del gobierno de no atacar ni mencionar “el funcionamiento corporativo destinado a proteger a los sectores poderosos de la sociedad y postergar siempre a los más humildes” que “nada tiene que ver con las vacaciones, la jornada laboral y el salario de los judiciales”.