La explosión dejó 27 personas calcinadas, 32 casas dañadas, 52 heridos, de ellos dos graves, informó a la prensa Valentín Meneses, secretario de Gobernación del estado mexicano de Puebla.
Meneses explicó que “la explosión, aparentemente se debió al robo de combustible” y aseguró que los cuerpos de emergencia han conseguido controlar el siniestro.
Entre las víctimas se cuentan cinco menores de edad y una familia completa que fue sorprendida por la explosión cuando dormían en su vivienda, añadió el funcionario.
«Lamentablemente en una casa, un matrimonio con hijos resultaron calcinados», dijo Meneses.
Cientos de personas fueron desalojadas de sus hogares para ser trasladadas a albergues mientras se combate el incendio de combustible, que se teme se haya derramado en el río Atoyac, cercano a Texmelucan.