Un nuevo enfrentamiento entre carteles de la droga por el dominio de territorio dejó en México al menos 17 muertos, cuyos cadáveres fueron hallados junto a una ruta que une los estados de Michoacán y Jalisco, informaron fuentes oficiales.
Policías del municipio de Tizapán el Alto, en el estado occidental de Jalisco pero cercano a los límites con el estado de Michoacán, encontraron los cuerpos de los hombres con heridas de arma de fuego, semidesnudos y atados con sogas y cadenas.
De acuerdo con la versión preliminar de la Procuraduría de Jalisco, los sujetos podrían haber sido asesinados en Michoacán y abandonados en Jalisco por un grupo criminal aún no identificado.
Aunque no fue confirmado que los cuerpos pertenezcan a algún grupo de delincuentes, todo parece indicarlo, ya que el hecho se asemeja a las acciones de ajuste de cuentas que periódicamente azotan a este país.
La pasada semana aparecieron en distintos municipios de Jalisco numerosas «narco mantas» con mensajes de amenaza de los Caballeros Templarios (que dominan Michoacán) contra el cartel Jalisco Nueva Generación, así como contra Los Zetas.
Los cuerpos encontrados, todos del sexo masculino, estaban tirados en una finca en una zona de Jalisco cercana a Michoacán, explicó el fiscal Tomás Coronado Olmos.
«En los límites con otros estados es más probable y más vulnerable hacer una acción y posteriormente dejar a las personas», declaró al término del desfile por los festejos del Día de la Independencia.
Peritos del Servicio Médico Forense comenzaron las investigaciones para definir cómo ocurrieron los hechos, cuyos primeros resultados serán dados a conocer en las próximas horas.
El lunes pasado, Tizapán el Alto fue el escenario de un enfrentamiento entre miembros del crimen organizado y policías municipales que dejó como saldo dos muertos y dos lesionados, cuando sujetos armados intentaron secuestrar a una persona.
En mayo pasado fueron encontrados en Guadalajara, capital de Jalisco, los cadáveres de 18 personas que fueron desmembradas y dejadas en dos camionetas en la carretera a Chapala, asesinato que fue atribuido al grupo criminal Los Zetas y en el que también habrían participado miembros de La Resistencia.
La lucha entre los carteles de la droga se ha intensificado en los últimos días con actos como el sucedido el pasado viernes, cuando un total de 16 cadáveres fueron encontrados en el estado de Tamaulipas, 7 en el municipio de San Fernando y otros 9 que aparecieron colgados de un puente en Nuevo Laredo, fronteriza con EEUU.
Todo esto después de la captura, el miércoles pasado, del líder del cartel del Golfo, Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias «El Coss», en una operación efectuada por la Marina mexicana en Tampico (Tamaulipas) que descabezó a esa organización, ya que el 3 de septiembre pasado Mario Cárdenas Guillén, alias «El Gordo», el dirigente de otra vertiente del cartel del Golfo, también fue detenido.
Según los expertos, estos golpes recrudecerán la violencia en el país, ya que Los Zetas buscarán apoderarse de las zonas que aún controla el cartel del Golfo, que si bien opera en el norte y la costa oriental del país, su cuna es Tamaulipas.
Desde 2010 el cartel del Golfo y su brazo armado Los Zetas rompieron su asociación, lo que originó enfrentamientos armados por el control de las rutas del narcotráfico que han dejado miles de muertos.
Precisamente, el presidente Felipe Calderón lanzó un discurso en un acto conmemorativo del 202 aniversario del inicio de la independencia mexicana de la colonia española y calificó de «privilegio indescriptible» el haber trabajado por México en «horas dramáticas de dificultad».
«Más allá de nuestros hierros y nuestros aciertos, ha estado presente siempre en nuestra acción la apremiante conciencia de hacer y decidir lo que sea mejor para México», dijo Calderón, en referencia a la ola de violencia por la que atraviesa el país que ha dejado más de 50.000 muertos en su sexenio, según cifras oficiales.
Faltan dos meses y medio para que deje el poder en manos de su sucesor, el ganador de las elecciones Enrique Peña Nieto, quien en numerosas ocasiones ha insistido en que no dejará la lucha contra el narcotráfico emprendida por Calderón cuando llegó al Gobierno en diciembre de 2006.