Celeste Carballo presentará en Plataforma Lavardén su último disco, titulado Se vuelve cada día más loca por amor al blues (2016), donde fusiona su pasado y su presente: por un lado recrea Me vuelvo cada día más loca (1982), álbum debut, y por otro, reúne canciones donde celebra a artistas con los que compartió su vida o la influenciaron.
Su recital será mañana, a las 21, dentro de una agenda de espectáculos por los 90 años del edificio de Sarmiento y Mendoza. Las entradas son gratuitas y se retiran en la boletería del teatro.
“Para una artista su canción es su edificio de departamentos, es su propiedad. Es su laburo, su producto. No es la visión que tienen «ustedes» o la que quieren transmitirle a la gente”, sentenció en una singular entrevista con El Ciudadano donde la cantante y compositora de rock y blues considerada una de las grandes voces del rock nacional, culpó a la “cultura en general, los medios y a todos los que revuelven el guiso”, de tener una visión “retrógrada y no valorizante” de la cultura.
—¿Cómo es volver en el tiempo sobre estas canciones para reinterpretarlas?
—Estas canciones en el tiempo no; estas canciones son clásicos, son canciones fundamentales, no solamente del rock nacional sino de nuestra cultura. Canciones como “(Querido Coronel) Pringles” figuraron durante muchos años en los libros de lectura de los alumnos de Neuquén y Buenos Aires. Es un repertorio que, te diría, es primordial. Por otro lado, hace unos años, abrí mi sello digital y no podía editar mi primer disco por no tener los derechos; entonces acepté tocar en el Ópera siempre y cuando lo grabáramos y tuviera esos derechos. Logramos una muy buena grabación y la idea fue unir lo mejor de esa noche con lo mejor del material que venía grabando en estudio por esos días, como “Amanecer de un día García”, que grabamos con Juanse de invitado, y la canción “Por amor al blues” que da título al disco. No es un disco de blues cuadrado. La idea de incluir ese término era para simbolizar el arte. Lo que hacemos los artistas es por amor al arte.
—Tu show se da en una celebración que rememora el rock de los 80 ¿Esta temática te planteó ajustar un repertorio específico?
—No. Nosotros estamos presentando Se vuelve cada día más loca por amor al blues, como lo hicimos este año en el Cosquín Rock. Estamos haciendo muchos conciertos e incorporando algunas canciones de Chocolate inglés (1993), si llegamos. Hay material nuevo, la banda está sonando muy bien. Mi contexto siempre es hoy. Yo voy a tu cumpleaños pero festejo la vida de hoy. Para una artista, su canción es su edificio de departamentos, es su propiedad. Es su laburo, su producto. No es la visión que tienen ustedes o la que quieren transmitirle a la gente. A mí no me importa eso, a mí me importa mi visión. Y te lo digo claramente porque la gente conoce nuestro trabajo real. La magia no necesita invento, la magia está en el escenario. Por eso vamos a tocar en vivo, no mandamos un video. La magia la tenemos nosotros. Por eso está bueno participar del cumpleaños de una sala de teatro.
—Todo es presente…
—Yo estoy hoy produciendo, estoy hoy laburando ¡Basta de esa visión retrógrada insoportable! No la puedo tolerar, pero no por mí, porque no puedo tolerar que sigan transmitiendo la cultura de esa manera. Porque es retrógrada y no valorizante. Se equivocan ahí.
—Los medios, la cultura…
—La cultura en general, los medios, los que revuelven el guiso.
—Como decías, venís a interpretar temas que son fundamentales en la historia de la música nacional ¿Qué lugar tiene el rock para expresar el sentir urbano de lo que está sucediendo hoy?
—Escuchame una cosita… (silencio). Volviendo de ensayar con mi bajista, él me dice que sus amigos tienen banda. Yo pensé que eran sus amigos pero no: ¡todo el mundo tiene una banda! ¿Donde viven ustedes que no se dan cuenta? ¿Por qué creés que todos tienen bandas?
—Porque hay que comunicar…
—Porque todo el mundo tiene cosas que decir…
—¿El rock sigue siendo ese lugar para expresarse?
—¿El baño sigue siendo el lugar para cagar? ¿Me están cargando? No me podés preguntar eso.
A puro rock de los 80
El edificio de Plataforma Lavardén cumple 90 años y lo sigue festejando a pura cultura. Cada mes tiene un eje musical y una década asignada. El octavo mes del año está dedicado al rock de los 80 con una agenda para todos los gustos:
Hoy, a las 21, en el Teatro. Se presentarán Claudia Puyó y Los Anestesistas, más Suéter y Miguel Zavaleta. Puyó adelantará temas de su próximo disco y repasará toda su carrera.
Hoy, a las 22, en el Gran Salón del Quinto Piso. Gira mágica con toda la música de los 80 para bailar con el discjockey Edgardo Mancinelli.
Mañana, a las 19, en la Sala de las Miradas. Periodismo y Trova en los 80. Proyección del documental Historias de La buena Medida. Baglietto en Obras 1982. Videos Inéditos de La Trova, coordinado por el periodista Horacio Vargas.
Mañana, a las 21, en el Teatro. Celeste Carballo junto a su banda presentará su nuevo disco. También hará un homenaje a Pappo y Charly García y repasará clásicos de su carrera.
Mañana, a las 22, en el Gran Salón. Rubén Goldín junto a Rodrigo Zacarías en piano, Gastón Hermier en bajo y guitarra y Agustín Borsini en percusión, presentarán canciones de la Trova rosarina y clásicos del rock nacional.
Las entradas se retiran en la Boletería del Teatro (Sarmiento y Mendoza), hasta dos por persona.