Pese a jugar un excelente partido, Juan Mónaco cayó por 7-6 (7-4) y 6-4 frente al suizo Roger Federer, número tres del mundo, por la tercera ronda del Masters 1000 de Miami. Por su parte, el argentino Carlos Berlocq perdió hoy con el checo Tomas Berdych, siete del ranking, por 7-6 (10-8) y 7-5.
En un partido que comenzó muy parejo, el argentino contó con una chance de quiebre en el primer game pero no la pudo aprovechar y a continuación cedió su saque.
No obstante, Mónaco se recuperó inmediatamente, le quebró el servicio al suizo y achicó la diferencia a 2-1. Ambos tenistas mantuvieron sus respectivos saques y entonces el suizo se colocó 3-2 arriba.
En el sexto juego, Federer contó con dos chances de quiebre pero Mónaco se defendió muy bien y consiguió mantener su saque pese a comenzar el game 0-30. Hasta el momento Mónaco jugó un partido muy digno ante el número tres del mundo que, cuando quiso, lo superó en velocidad. A continuación, Federer jugó otro game perfecto con su saque y se puso 4-3 adelante.
Mónaco continuó exigiendo al máximo su saque y con una efectividad de 71 por ciento de puntos ganados con su primer servicio, pudo mantener la paridad. Como ambos tenistas siguieron ganando cada uno su saque, el encuentro se mantuvo parejo.
Para ello hubo dos razones muy marcadas: Federer erró mucho con su golpe de derecha y Mónaco jugó en un nivel superlativo.
En el duodécimo juego, Mónaco sacó 5-6 y 0-40 pero ganó cinco puntos consecutivos para levantar los tres sets points en contra y forzar el tie break. Al igual que todo el set, el tie break fue muy parejo y se definió para el suizo porque fue quien más buscó ganar los puntos.
El segundo set siguió la tónica de la segunda parte del primer parcial con los dos jugadores ganando sus games de saque. Cada uno fue manteniendo su servicio con una alta cuota de puntos ganados con el primer saque.
Federer ganó el 91 por ciento de los puntos que jugó con su primer servicio y Mónaco el 92 para hacer un segundo set muy parejo. Hasta el 4-4, Federer ganó 10 de los 11 puntos que jugó con su primer servicio y Mónaco 13 de 14. De hecho, ninguno de los dos contó con chances de quiebre sobre el saque del rival. Pero como muchas veces ocurre en el tenis, cuando llegan los games definitorios los mejores tenistas sacan a relucir todo su repertorio.
Y así lo hizo Federer en el noveno juego, en el que presionó a Mónaco con sus devoluciones y consiguió un quiebre fundamental para colocarse 5-4 arriba. Luego cerró el partido ganando el último game. Ahora el suizo medirá en octavos de final ante el ganador del cruce entre el belga Olivier Rochus (89) y el ruso Mikhail Youzhny (14).
Mónaco, 35 del ranking de la ATP, enfrentó por segunda vez al suizo. En el único encuentro que había ocurrido entre ambos, el argentino perdió por 6-3, 2-6 y 6-4 en Hamburgo 2007, sobre polvo de ladrillo.