The Walt Disney Company hizo efectiva este miércoles la adquisición de los activos de la 21st Century Fox, que compró por 71.300 millones de dólares, en un movimiento que reconfigurará el ecosistema hollywoodense y transformará la industria mundial del entretenimiento.
Si bien la compra fue aprobada por las mesas de accionistas de las dos compañías en julio pasado, el alcance geográfico de la empresa resultante es tal que desde entonces se aguardaban numerosas aprobaciones de organismos de control antimonopólicos de distintos países.
“Este es un momento extraordinario e histórico para nosotros. Uno que va a crear valor significativo a largo plazo para nuestra compañía y para nuestros accionistas”, dijo el CEO y presidente de The Walt Disney Company, Bob Iger, en parte de su comunicado publicado hoy en el sitio web de la empresa del ratón Mickey.
Una composición de imágenes domina la página de inicio de www.thewaltdisneycompany.com, a través de la cual Iger y los suyos presumen de varios de sus viejos productos con otros que llegan con la compra de Fox, como “Los Simpson”, “Avatar” -para la que James Cameron prepara cuatro secuelas-, “La forma del agua”, “Deadpool” o la exitosa serie “Atlanta” de Donald Glover.
“La combinación de la riqueza de contenido creativo y talento de Disney y 21st Century Fox creará la empresa de entretenimiento preeminente a nivel global, bien posicionada para liderar en una era increíblemente dinámica y transformadora”, siguen las palabras del ejecutivo en alusión a sus ambiciones en la era de las plataformas.
Es que además de consolidarse como el conglomerado de medios y empresas de entretenimiento más grande del mundo, Disney tendrá una verdadera fuerza productora de contenidos que alimentará la plataforma de streaming Disney+, que lanzará cerca de fin de año y con la que pretende disputar el liderazgo de Netflix en ese mercado.
La compra, que consagra la desaparición de una de las seis históricas “majors” de Hollywood, implica la adquisición de los distintos estudios cinematográficos de la 21st Century Fox, toda su capacidad productiva y su archivo centenario: Twentieth Century Fox, Fox Searchlight Pictures, Fox 2000 Pictures, Fox Family y Fox Animation.
De acuerdo con el sitio especializado estadounidense The Hollywood Reporter, el año pasado las películas de las franquicias de Disney (Disney Pictures, Disney Animation, Pixar, Marvel y Star Wars) reunieron el 24 por ciento de la torta de la recaudación; al sumarse las cintas producidas por Fox, la cifra se supera con amplitud.
Para mayor ilustración: de los diez títulos más taquilleros de 2018 cuatro fueron de empresas Disney; con las de Fox llega a seis.
Además, Disney sumará los estudios de televisión de Fox, FX y National Geographic, y algunas de las franquicias televisivas más prestigiosas, como la mencionada “Los Simpson” -que transmite ahora su temporada número 30-, o “Family Guy”, “Fargo”, “Atlanta”, “Legion” y muchas otras.
Pero si hay un activo de Fox que Disney ansiaba obtener, y que ha generado expectativas en el periodismo especializado y en los fanáticos a partes iguales, es el de las franquicias de la editorial Marvel que Disney no dominaba.
“Deadpool”, que ya está en preproducción de su tercera parte, “X-Men” y “Los 4 Fantásticos” podrán volver a integrar el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) de Iron Man, Capitán América y compañía.
De la saga, que lleva 21 películas en 11 años, poco se sabe más allá del estreno de “Avengers: Endgame” a fines de abril, justamente porque el presidente de Marvel Studios, Kevin Feige, esperaba hace tiempo saber si podría contar con las franquicias licenciadas a Fox.
Aunque no parece necesitar revitalización, ya que es la más taquillera de la historia del cine con 18.300 millones de dólares en las boleterías de todo el mundo -y contando-, la saga del UCM refrescará ahora su plantel con los héroes y villanos de los “Hombres X”.