Por Daniela Barreiro
Tras la separación de la emblemática banda argentina Los Piojos, sus miembros fueron afrontando diversos proyectos por separado: Andrés Ciro se juntó con Los Persas, Piti Fernández le dio vida a La Franella, Gustavo Tavo Kupinski, antes de su fatídica muerte, fue parte de Las Pelotas, Sebastián Roger Cardero forma parte de El Vuelo de la Grulla, y ahora Micky Rodríguez llega a Rosario para mostrar La Que Faltaba.
La agrupación, que el bajista comparte con Pablo Ríos (batería, percusión), Matías Mister Cardo (piano, teclado y percusión) y Rómulo Mulin Arnoldi (guitarra), aprovechará esta visita a la ciudad para presentar las composiciones de su disco debut titulado Voy. La cita es esta noche, a partir de las 22, en Pugliese (Corrientes 1530).
“Al terminar con Los Piojos me vine a vivir a San Marcos Sierra (Córdoba) para poder, de alguna manera, contemplar la historia grosa y mágica que habíamos vivido. A partir de ahí tuve ganas de volver a hacer música; vi que mis amigos y ex compañeros empezaron a formar sus bandas y sentí que la mía era «la que faltaba»”, dijo Rodríguez en una charla con El Ciudadano.
De esa manera, y de ese concepto, surge justamente La Que Faltaba, una agrupación que sin etiquetarse en un estilo determinado, “aborda blues y rock, con algunos tintes rioplatenses”, según describió Rodríguez aunque aclaró: “Es muy difícil buscar o generar un estilo; en un principio nos movilizaron las ganas de tocar, de hacer cosas desde nuestra óptica. Creo que a esta altura del mundo ya está todo hecho en cuestión de estilos, así que mi gran berretín es el vivo, salir a girar, es la forma en la que uno puede generar un estilo propio”.
Para concluir, y consultado sobre cómo ve a la distancia la separación de la banda a la que debe su popularidad, Rodríguez se mostró seguro al afirmar que la principal causa fue el tiempo. “Nos iniciamos siendo adolescentes, crecimos, formamos nuestras familias, tuvimos hijos. Llega un momento en el que la vida te pide cambiar y sentíamos que las relaciones, sin estar tan desgastadas, estaban resentidas, necesitábamos dejar el proyecto en un recuerdo histórico emotivo; no podíamos seguir por seguir y que se presente la posibilidad de terminar mal”.