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Mientras espera por el fideicomiso, la dirigencia sabe que debe vender

Newell’s necesita reforzarse, eso no está en discusión. Si son cuatro, cinco o seis refuerzos dependerá del entrenador que venga al Parque. Pero los jugadores que lleguen deben ser de calidad

Newell’s necesita reforzarse, eso no está en discusión. Si son cuatro, cinco o seis refuerzos dependerá del entrenador que venga al Parque. Pero los jugadores que lleguen deben ser de calidad, titulares indiscutidos, futbolistas que puedan asumir anímica y futbolísticamente la presión de pelear por el descenso.

“Sabemos que es un libro de pases donde debemos tener efectividad”, confesó Sebastián Peratta. Y las palabras del Director Deportivo coinciden con cualquier análisis externo. Esta vez no puede haber fallas, el dinero invertido no puede desperdiciarse en un Joel Amoroso, o en jugadores como Alfio Oviedo, Cristian Insaurralde o Brian Sarmiento, por citar alguno de los refuerzos de los últimos años por los que la Lepra puso plata y no rindieron.

Justamente en la plata está el otro punto. La Lepra no atraviesa un momento económico con sobrante en la billetera. Por eso fue tomada con entusiasmo la idea del fideicomiso.

Pero la conformación de ese fondo para contratar jugadores se demora por cuestiones burocráticas, legales y políticas. Recién esta semana se juntarían con la gente del Banco Municipal que administrará el fideicomiso, para luego tratar de ponerse de acuerdo en algunos puntos que restan. Y por supuesto, luego hay que conseguir los inversores.

Ante esta demora, la dirigencia piensa en la venta de algún jugador para poder encarar el mercado con determinación.

Esta vez los nombres son más que en otros recesos. En el pasado semestre la única carta potable era Héctor Fertoli, y hubo que esperar hasta cerca del final del libro de pases para que San Lorenzo eleve la oferta y se lleve al Rayo. Ahora hay más nombres, la mayoría juveniles, y si bien no hay ninguna oferta formal, hay sondeos que hacen suponer una venta casi segura.

Braian Rivero y Jerónimo Cacciabue son dos futbolistas con chances de ofertas. Aunque al Kiwi le juega en contra una lesión que incluso le impedirá comenzar en forma la pretemporada. Y a Cacciabue lo vinieron a observar en algunos partidos de clubes europeos, aunque por ahora no hubo ninguna oferta concreta.

Un caso distinto es Aníbal Moreno. La idea de la dirigencia es no desprenderse del volante del seleccionado Sub 20, y sólo se analizará alguna oferta si aparece una cifra exorbitante. “Por menos de 8 millones de dólares no se vende”, se escuchó por el Parque.

El que sí puede estar en vidriera es un juvenil que ni siquiera debutó en primera: Enzo Barrenechea. El volante de 18 años, que juega en reserva, está siendo seguido desde hace un tiempo por Juventus, y ya hubo algunos sondeos con los directivos para saber si hay interés de venderlo.

Por ahora no hay nada formal, pero algunas fuentes consultadas por El Hincha señalaron que en las próximas semanas Newell’s tendrá sobre la mesa una propuesta formal por Barrenechea. Y el número rondaría los 2,5 millones de euros, con un porcentaje menor que le quedaría a la Lepra.

Juventus quiere comprarlo para que juegue en su equipo primavera (reserva juvenil) y desde ahí analizarlo más de cerca. Y si esa oferta se hace efectiva, será difícil que en el Parque digan que no.

Newell’s necesita plata para encarar un mercado de pases decisivo. Sin ese dinero los riesgos de descender serán mayores. Y si para engrosar las arcas debe desprenderse de un juvenil prometedor, no habrá mucho que pensar.

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