Milagro Sala, la dirigente jujeña de la organización Tupac Amaru que cumple prisión domiciliaria luego de una medida cautelar admitida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que reclamó un cambio en sus condiciones de detención, debe reportarse con gendarmes apostados en la puerta de su casa, y desde la desaparición de Sanntiago Maldonado, la mujer les grita a los agentes de la fuerza: “¡Buen día! ¿Saben donde está Santiago Maldonado?”.
Sala recibió el beneficio de prisión domiciliaria cuando el juez Pullén Llermanos dictó la medida cautelar a mediados de agosto pasado.
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