El presidente Javier Milei redobló la apuesta este sábado desde Estados Unidos: «No nos vamos a rendir en hacer Argentina grande de nuevo». Así se refirió a la batalla a través de posteos propios y ajenos, voceros del gabinete y un comunicado de la Oficina del Presidente que en las últimas 48 horas lo enfrentó, por solidaridades cruzadas, con todos los gobernadores, a partir del cruce con el mandatario chubutense Ignacio Torres. El jefe del Estado participó como invitado en la Conferencia de la Acción Política Conservadora (Cpac), un encuentro anual que reúne a la derecha y ultraderecha del país norteamericano, y desde allí impulsó a los estadounidenses a que «no entreguen su libertad». Tomándose como ejemplo a él mismo reconoció las «grandes resistencias» que tuvo que enfrentar, las que achacó a sectores que «defienden sus privilegios» cuando quiso implementar «reformas estructurales» en el país.
Las declaraciones de Milei fueron un guiño en respuesta a las palabras que le dedicó previamente el ex presidente estadounidense Donald Trump en su propia exposición cuando lo destacó como «uno de los pocos» que puede «hacer grande a Argentina de nuevo» (Make Argentina Great Again).
«El presidente de Argentina, quien ha recibido mucha publicidad, es un gran caballero, es «Maga», Make Argentina Great Again, es verdad. Él lo dijo, «Soy Maga», y me di cuenta que es uno de los pocos que lo puede hacer bien», había afirmado Trump en su discurso.
Milei en su exposición pidió a los Estados Unidos que «no dejen avanzar el socialismo”, que “no avalen la regulación” ni “la idea de fallos de mercado” y que “no permitan el avance de la agenda asesina” en referencia al aborto. Y finalmente que “no se dejen llevar por los cantos de sirena de la justicia social”.
El jefe del Estado repasó así su ideario completo, tras presentarse como un economista que viene “de un país que compró todas esas ideas», advirtiendo a los estadounidenses que las regulaciones o la justicia social «los van a llevar a la miseria».
«Quiero dejarles un mensaje de optimismo: Argentina parecía un país de ovejas condenado a la pobreza que nos llevan los socialistas, pero cuando inicié mi carrera política dije que no venía a guiar corderos, sino a despertar leones. Cada día despertamos más leones», sostvuo Milei ante el auditorio.
El presidente recordó que las «dos primeras grandes medidas» que tomó en su gestión fueron «reformas estructurales» a través del decreto de necesidad y urgencia 70/2023 y el proyecto de ley ómnibus que –insistió– tienen el objetivo de «dar más libertad a los argentinos».
«Nos encontramos con grandes resistencias por parte de los que se benefician de este sistema», aseguró y criticó a los «políticos corruptos que priorizan sus privilegios», a los empresarios «prebendarios», a los medios de comunicación que están «muy enojados» por la suspensión de la pauta oficial y a los sindicalistas que «se ocupan de sus negocios, antes que de la gente».
«Argentina entró al siglo XX siendo uno de los países más ricos del mundo y hoy está 140 en el ranking mundial con más de 50 por ciento de pobres y más de 10 por ciento de indigentes. Cuando uno mira la cantidad de regulaciones uno entiende por qué. Dentro de nuestros equipos de gobierno hemos descubierto por el momento 380 mil regulaciones que traban el funcionamiento económico», apuntó.
Además aseguró que «promover el libre comercio es promover la paz», insistió en que el empresario es «un benefactor social y la base de la prosperidad» y sostuvo que los monopolios (privados) «trajeron reducción de la pobreza y bienestar».
Y volvió a disparar contra «la aberración de la justicia social», la «agenda asesina del aborto», el posmarxismo y el ecologismo que «plantea la lucha del hombre contra la naturaleza».
Al iniciar su disertación, Milei saludó a los presentes presentándose como «el león» e ironizó diciéndoles que se «agrandó un poco el barrio» en alusión a quienes lo catalogaban como «fenómeno barrial».
«Lindo día para hacer temblar a la izquierda», exclamó y comenzó a explicar algunos postulados económicos que rigen su pensamiento.
Milei sostuvo que la economía neoclásica y su concepción de fallos del mercado “es funcional al avance del estatismo” y que “eso destruye el crecimiento económico».
Para demostrarlo apeló a un ejemplo extraño: «Supongamos que estamos en el momento que alumbrábamos con velas y todavía no había llegado (el inventor Thomas) Edison. En el momento que aparece la lamparita los fabricantes de velas irían a la quiebra. Si hubiéramos hecho caso a los intervencionistas, en vez de tener esta conferencia en esta hermosa sala llena de luces, lo haríamos con velas. Así es como los socialistas arruinan nuestras vidas», denostó.
Para cerrar su discurso, exclamó tres veces su característico lema: «Viva la libertad carajo».
Antes de disertar, el presidente mantuvo un encuentro con Donald Trump que quedó reflejado en un video difundido por Presidencia de la Nación y también fue replicado por el vocero presidencial de Argentina, Manuel Adorni, en redes sociales.
En el video se ve a Milei saludar a Trump con un abrazo y el expresidente le vuelve a decir: «Make Argentina great again» (haz grande a la Argentina otra vez).
En el encuentro de la Cpac, que comenzó el miércoles, participaron oradores como el ex asesor de la Casa Blanca Steve Bannon, quien revistó durante la administración Trump; el presidente del partido de ultraderecha español Vox, Santiago Abascal, y el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido, Nigel Farage, quien fue principal impulsor de la salida de ese país de la Unión Europea, concretada el 31 de enero de 2020, conocida como «Brexit».
También asistieron la ex primera ministra británica Liz Truss, cuya gestión cayó en menos de 50 días; el ex secretario de Desarrollo Urbano estadounidense Ben Carson; el vicegobernador de Carolina del Norte, el republicano Mark Robinson; el antiguo jefe de personal del Pentágono, Kash Patel, y presentadores y periodistas como Sara Carter y Megyn Kelly y el ex embajador estadounidense en Israel David Friedman.
Mieli viajó el viernes por la nohe a Washington para participar de la Cpac, en cuya apertura expuso la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Y en pleno viaje arrojó una andanada digital contra el gobernador chubutense, quien advirtió que su provincia cerraría las válvulas de petróleo y gas si no se atendían sus pedidos: la Nación le detrajo de un saque 13.500 millones de pesos, las tercera parte de la coparticipación mensual que recibe la provincia, por una deuda que Chubut reconoce y había acordado un plan de pagos con el gobierno de Alberto Fernández. Torres, enrolado en el PRO, salió al cruce de la decisión y también reclamó por los subsidios al transporte, tras una presentación ante la Justicia federal que le dio la razón y ordenó al Estado nacional reponerlos.
La furibunda respuesta de Milei hizo automáticamente que todas las provincias patagónicas, con distintos signos políticos, se coaligaran en bloque. A ellas se sumaron los gobernadores de Juntos por el Cambio, un bloque de diez provincias (incluyendo a Chubut) que integra también el radical santafesino Maximiliano Pullaro. Y también se plantaron los gobernadores peronistas, completando un entramado impensable apenas días atrás.