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Miles pidieron por más derechos en la porteña Marcha del Orgullo

Masiva convocatoria para reclamar por el fin de la violencia hacia el colectivo y la aplicación del cupo laboral travesti-trans, entre otras reivindicaciones

Miles de personas se movilizaron este sábado a la tarde en el centro porteño, desde la Plaza de Mayo hasta el Congreso de la Nación, en la XXVIII Marcha del Orgullo para exigir más y mejores políticas públicas en Educación, Salud y Desarrollo Social para toda la comunidad LGTBQ+.

Entre los reclamos de la porteña Marcha del Orgullo figuraron el aborto legal, seguro y gratuito para personas gestantes, la actualización de la Ley de VIH, hepatitis e infección de transmisión sexual, una nueva Ley Antidiscriminatoria para erradicar con educación y políticas públicas el machismo, la xenofobia y el racismo, además de la aplicación de la Educación Sexual Integral (ESI).

También reclamaron el cumplimiento del cupo laboral travesti-trans, el fin de los travesticidios y transfemicidios y de la violencia institucional contra la diversidad y las disidencias, según señalaron los organizadores.

La movilización se había iniciado cerca del mediodía, cuando la Plaza de Mayo comenzó a poblarse con puestos de venta de distintos artículos y a la espera de un show de música en vivo con la presencia de Marilina Bertoldi y otros grupos.

Hacia la tarde la plaza se fue cubriendo de parejas y grupos de amigos de todas las edades que bailaban al ritmo de la música que salía de los potentes parlantes ubicados sobre los camiones que se aprestaban para la movilización.

Junto con las banderas de diversas organizaciones sociales, políticas y sindicales, también se mostraban las pancartas improvisadas de algunos manifestantes en los que reivindicaban su barrio de procedencia o alguno de los derechos reclamados en la Marcha.

Manifestantes vestidos de superhéroes, o con compleja indumentaria de colores eran los más requeridos por los participantes que se fotografiaban con ellos para subir la imagen a las redes sociales y compartir allí su presencia en la Marcha.

Cerca de las 16 la multitud comenzó a marchar sobre la avenida de Mayo bajo la consigna “Por un país sin violencia institucional ni religiosa. Basta de crímenes de odio”, mientras ondeaban banderas multicolores y los manifestantes cantaban consignas exigiendo por políticas públicas que garanticen los derechos de todos.

La Marcha llegó al Congreso alrededor de las 18, donde las organizaciones convocantes tomaron la palabra para exigir la aplicación efectiva de la Ley de Educación Sexual Integral con perspectiva de género, diversidad y no binaria, y también el aborto legal, seguro y gratuito para personas con capacidad de gestar, además de la producción pública de misoprostol y mifepristona.

Las organizaciones también denunciaron faltantes de medicamentos en centros públicos de Salud y exigieron una nueva ley de VIH.

Los reclamos incluyeron la separación política, económica y simbólica de la Iglesia y el Estado, una ley integral trans, y el fin del racismo, la xenofobia, el sexismo, el lesboodio, la violencia y la discriminación.

Luis Biglié, que integró la Comisión Organizadora de la Marcha, dijo a Télam que este año “hay más organizaciones convocantes y que todo se consensúa”, y destacó que a diferencia de ediciones anteriores “esta vez participaron muchas más empresas. Son 28 camiones los que desfilaron y por primera vez la Embajada de Suecia participó con su cónsul”.

Para Candela, de La Sublevada de Nuevo Encuentro, la marcha de ayer “sirve también para exigir los derechos que todavía están siendo vulnerados”, y añadió: “Venimos de lamentar la muerte en La Plata de una compañera, así que aún hay mucho para exigir”.

Nadia, integrante de Descamisade, dijo: “Después de estos cuatro años vemos con alegría que hay un montón de cosas que pueden empezar a cambiar, especialmente en la comunidad LGTBQ+ como la falta de empleo, el faltante de medicamentos y de hormonas que golpean a la población pero especialmente a este colectivo”.

“Faltan muchos reclamos por conquistar, no tenemos leyes fundamentales que garanticen nuestros derechos. El Orgullo es una respuesta política y la idea es llenar las calles”, aseguró a <Télam> María Combativa, como se presenta en las redes.

Las organizaciones convocantes habían cuestionado en los días previos a la Marcha la negativa por primera vez del gobierno nacional a colaborar con la Marcha del Orgullo con el montaje de un escenario en la Plaza Congreso y el espectáculo de cierre.

“Si el Estado y sus funcionarios se sostienen de los impuestos que paga toda la población, incluida nuestra comunidad, era de esperar que también esta vez contribuyeran con un acontecimiento social tan trascendente y masivo como la Marcha del Orgullo. Por eso el 18 de junio presentamos los pedidos formales correspondientes, que a más de cuatro meses no han tenido ninguna respuesta”, denunciaron.