Mariángeles Guerrero / Especial para El Ciudadano
Nahuel Zentner, secretario general del Movimiento Evita de Santa Fe fue detenido el pasado sábado por la madrugada —y liberado siete horas después— por realizar una pintada contra la reforma previsional y el veto de Javier Milei a los jubilados. La actividad se llevó a cabo sobre una pared lindera a un antiguo puente ferroviario de la ciudad capital, que habitualmente se usa para ese tipo de inscripciones.
“Denunciamos este hecho gravísimo de abuso policial y exigimos respuestas y garantías de que estos atropellos no se repetirán. No podemos tolerar más amenazas y violencias contra quienes ejercen su derecho a la expresión pacífica”, afirmaron desde la organización a través de un comunicado.
El viernes pasado por la noche, integrantes del Movimiento Evita de la ciudad de Santa Fe se organizaron para hacer una pintada. El lugar elegido fue una pared de escasa altura, que rodea la zona de la ciclovía ubicada en torno a un puente ferroviario en desuso (conocido como Puente Negro), sobre la avenida Aristóbulo del Valle. En los días previos, ya habían salido a pegar carteles cuestionando las recientes medidas contra las y los jubilados.
En la pared elegida había una pintada relativa a las elecciones departamentales del Partido Justicialista. A las 23, los militantes lo pintaron de blanco. Posteriormente, cerca de las 12:30, comenzaron a escribir el mensaje sobre la reforma previsional. Y una frase de Norma Plá: “Somos más pueblo que milicos”.
A la una de la mañana, mientras pintaban, comenzaron a llegar patrulleros de la Policía provincial a preguntarles qué estaban haciendo. “Les explicamos lo que estábamos pintando, que eran consignas contra la Nación y la Provincia”, relata Zentner.
“Nos plantearon que no podíamos estar ahí haciendo eso y que si teníamos permiso. Les expliqué que siempre se pintó ahí y nadie nunca pidió permiso, que no es una casa ni un negocio ni una cartelería publicitaria privada. Simplemente habíamos tapado una pintada política y escribimos eso. De hecho, cuando los chicos estaban blanqueando, pasaron los patrulleros y no les dijeron nada. Solo cuando vieron el mensaje mandaron a los patrulleros a que nos detengan”, señala.
“Los policías nos decían que estaban de acuerdo con lo que estábamos pintando, porque incluso a ellos les afecta la reforma previsional, pero que había una orden y tenían que llevarnos detenidos”, dice el militante, mientras se pregunta quién dio la orden. Zentner, como responsable de la organización, pidió que lo lleven a él en lugar de a los otros jóvenes, que tienen entre 18 y 25 años.
“Me llevaron al médico policial, en la Comisaría Primera. Y después me llevaron a la Comisaría Tercera. Los policías no sabían por qué me estaban deteniendo. No me supieron explicar si estaba detenido, demorado o aprehendido. Sólo dijeron que desde el centro de monitoreo del 911 pidieron que nos lleven”, continúa el militante.
Y añade: “Se notaba el descontento de los policías, diciendo ‘tenemos que estar con esto cuando hay mil cosas para hacer’. Estuvieron desde las 1:30 de la mañana hasta las 5 conmigo, con un patrullero con tres efectivos. Y no sabían por qué me estaban llevando”.
El joven permaneció en el hall de la comisaría hasta las 3 de la mañana, cuando fue trasladado a la Fiscalía. “Me pintaron los dedos, me sacaron fotos, me iniciaron una causa. A las 5 me llevaron de nuevo a la Tercera, donde seguían sin saber qué hacer, si dejarme en el hall, si esposarme, si dejarme en el calabozo. Así que me mandaron al calabozo a esperar que el fiscal les diga qué hacer conmigo”, cuenta. Finalmente, Zentner fue liberado a las 8 de la mañana.
Este lunes, fue notificado de que se le inició una causa por el delito de daños, aunque todavía no hay fiscal asignado.
Desde el Ministerio de Justicia y Seguridad, explicaron a El Ciudadano las razones de la detención: “Fueron varios llamados al 911 denunciando que estaban pintando y arrojando cosas debajo del puente. Se verifica sin novedades de varias personas entre ellas mujeres y hombres”. Y agregaron: “No hubo ningún hecho raro ni violento, sólo trasladaron a uno que se resistía y secuestraron los baldes de pintura”.
Zentner desmiente que hayan estado arrojando cosas. Y contextualiza: “Esto es parte de la ola de no permitir la libertad de expresión, porque los chicos fueron primero a blanquear y nadie los detuvo. Y cuando empezaron a pintar el mensaje, sí. Me parece grave que el gobierno se esté ocupando de estas cosas menores cuando hay cosas más graves, como los altos índices de pobreza del Gran Santa Fe. Y también es grave que se siente un precedente para que la gente no salga a expresar su descontento con las políticas de este gobierno”.
Comenta también que, en once años de militancia, nunca tuvo problemas por participar de pintadas callejeras. El antecedente más cercano en la ciudad se remonta a 2017, cuando tres militantes del Partido Comunista fueron detenidos (también en la Comisaría Tercera) por haber realizado pintadas en el Puente Colgante. En ese entonces, integrantes de diversas organizaciones políticas se manifestaron frente a la comisaría para pedir por la libertad de los tres jóvenes.
El hecho ocurrido el pasado sábado generó el repudio del Foro por la Justicia y contra la Impunidad de Santa Fe: “El muro que pintaron los compañeros se viene usando para propaganda política desde hace muchos años, sin ninguna consecuencia. Pareciera que el problema es que ahora se utilizó para difundir un mensaje de defensa de los derechos de los jubilados. Cuestión que no constituye un ‘delito’ como para invocar la ‘flagrancia’ y hostigar y privar de su libertad a militantes políticos”.
En el mismo sentido se expresó el Partido Comunista: “No se pueden tolerar aprietes, amenazas y detenciones en el marco de una actividad totalmente democrática. Llamamos a todas las organizaciones populares a responder con firmeza y en unidad, previendo una escalada represiva en línea con la que lleva adelante el gobierno nacional”.