Militantes de diversas organizaciones sociales, políticas y estudiantiles mantienen este miércoles, por décimo día consecutivo, una vigilia frente al domicilio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el barrio porteño de Recoleta.
La manifestación de apoyo a la exmandataria se mantenía hoy en la calle Juncal casi Uruguay, en el barrio porteño de Recoleta, sin interrupción del tránsito vehicular, ya que los simpatizantes kirchneristas se mantenían sobre la vereda a la espera de la salida de Cristina de su domicilio.
«La idea es seguir con la vigilia, y hacer una presencia más fuerte en los horarios en que ella (Cristina) sale y entra a su casa. Pero sí, la vigilia en Juncal se mantiene», indició a Télam un joven dirigente de una de las organizaciones que mantienen la acción callejera.
Raúl Delgado, concejal del Frente de Todos (FdT) y dirigente del Movimiento Octubres, en el municipio bonaerense de Florencio Varela, informó a esta agencia: «Nosotros junto a otras organizaciones continuaremos acompañando a Cristina en la puerta de su casa. Seguiremos estando acá para cuidarla ante las amenazas permanente del Gobierno de (Horacio Rodríguez) Larreta y sus seguidores. Sin dudas que el Jefe de Gobierno juega a ser el brazo ejecutor del partido judicial del país».
Este martes, poco antes de las 21, Cristina Fernández de Kirchner llegó a su domicilio en medio de la euforia de sus seguidores que se habían congregado en gran número frente su domicilio y donde esperaron horas para ver a la líder del peronismo.
La ex mandataria saludó a muchas de las personas que se manifestaban en el lugar durante varios minutos y firmó incluso algunos ejemplares de su libro «Sinceramente» para luego ingresar a su departamento.
«Con pasión militante y alegría, hemos pasado otra noche en custodia en la casa de la compañera Cristina. Esta custodia que hacemos se va a mantener», adelantó Delgado a Télam.
La vigilia de los manifestantes comenzó el lunes 22 de este mes, luego que el fiscal Diego Luciani solicitara, en el alegato que formuló en el juicio de la obra púbica en Santa Cruz, una condena de 12 años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos para la Vicepresidenta.