Más de un centenar de militantes de la Corriente Clasista y Combativa se movilizaron este lunes a partir de las 9 al Centro de Justicia Penal para reclamar por el femicidio de Lorena Riquel. La mujer de 39 años y madre de tres hijos fue asesinada la madrugada del sábado pasado en Rueda al 5500. “Junto a ella enfrentamos la pobreza, el hambre, la falta de trabajo genuino y el desamparo total del Estado a las mujeres pobres”, sostuvieron frente al edificio de Justicia de Virasoro y Sarmiento.
Una de las militantes destacó que Lorena no era trabajadora sexual, sino una vendedora ambulante que solía vender pañuelos en la Terminal de Ómnibus y además aclaró que en la zona en la que fue asesinada suelen ejercer el trabajo sexual.
«Lorena era una joven compañera de la Corriente Clasista y Combativa, que luchó siempre para cambiar la dura realidad que vivimos las mujeres de los barrios. En especial el de Bella Vista. Junto a ella enfrentamos la pobreza, el hambre, la falta de trabajo genuino y el desamparo total del Estado hacia las mujeres pobres. Esta vez fue nuestra compañera Lorena quien pagó con su vida. Seguimos denunciando que el Estado es responsable, y reclamamos más que nunca: LEY DE EMERGENCIA EN VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES YA. Mientras tanto, su femicida sigue en las calles, por eso exigimos urgente investigación, esclarecimiento y su detención», remarcaron los militantes mientras replicaron por cientos las fotos en el Centro de Justicia Penal con el pedido por justicia para su compañera.
El jueves pasado, Lorena Riquel cumplió sus 39 años. El viernes por la noche fue a la casa de una amiga a festejar sin saber que ese iba a ser su último cumpleaños. En la madruga fue salvajemente asesinada en Rueda al 5500. El atacante la agredió, le sacó parte de su ropa y la golpeó con un bloque de cemento en la cabeza hasta matarla. Luego se fue caminando con las zapatillas de la víctima. Desde los inicios fue parte de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) Bella Vista y marchaba con esta columna en cada manifestación de la organización social. Además, desde el gremio Ammar acompañan a la familia y piden justicia por el crimen.
Una amiga de Lorena contó a El Ciudadano que la mujer vivía desde hace años con un hombre de 80 años al que cuidaba. “Era un señor mayor, que se encariñó con ella hace años. No eran pareja, ni nada. Incluso el enviudó, y Lorena era quien lo cuidaba”, contó.
Tenía un hijo de 18, una hija de 15 y una más pequeña de 13. “Ella trabajaba en la Terminal de Ómnibus. Vendía pañuelitos con su hija más chica. En la zona la conocen todos”, aseguró.